sábado, 26 de julio de 2008

MÉXICO












Manuel Ureste/Veracruz

"Órale. Que no tenemos todo el día”, me
grita al oído aquel tipo
bigotón mientras intento
subir a un viejo autobús destartalado
y lleno de crucifijos y vírgenes María.

“Bueno, pues empezamos bien”, co-
mento en silencio. “¿A Huatusco, por
favor?”, le pregunto. “Treinta y seis
pesos“, responde el señor con cara de
tú qué carajo pintas aquí, nene.
En fin, yo a lo mío. Le miro y me
cisco en el rizo de su bigote mientras
pienso en aquellas ironías de las que
el lisensiado Islas me hablaba cuando
tomábamos un trago la otra noche en
la cantina del hotel Virreynal. “Así
es Manuel, México es un país de
contrastes”. “Y tanto que sí”, le res-
pondo mientras golpeo el culo de mi
cerveza contra aquella pegajosa barra:
“Tan flojos para servirte un café y tan
acelerados para otras cosas”, le digo.
Especialmente con todo aquello que
implique desplazarse a los lugares me-
diante cuatro ruedas y un motor pasado
de vueltas. Ni modo, primo.

Pues eso wey. Te cuento que
México es una tierra de acentuados
contrastes. De mestizaje puro y duro.
Donde maravillas mundiales propias de
civilizaciones antiguas, tan sofisticadas
y avanzadas como la griega o egipcia
-la piramide maya de Chichén-Itzá
o las ruinas arqueológicas de Cobá-,
conviven con ciudades caóticamente
(des)organizadas que se sitúan a las
faldas de un volcán cubierto de nieve
en medio de paradores naturales riquí-
simos en fauna y flora.

Como te lo cuento, chamaco. Así
están las cosas a este lado del charco.
Aquí, en una misma calle o cuadra,
como dicen en esta tierra donde el ta-
basco tiene difícil la entrada y peor la
salida, es fácil que puedas pasear entre
mansiones millonarias y auténticas fa-
velas donde, a pesar de todo, la gente
no guarda rencor al vecino por su suer-
te, aunque éste lo mire por encima del
hombro de vez en cuando.
modernos locales con música elec-
trónica a lo Pachá Ibiza, e internet
inalámbrico, y justo al lado comerte
unos buenos y baratísimos tacos enchi-
lados en locales que cualquier becario
mal pagado del Ministerio de Sanidad
cerraría sin haberse bajado del coche
siquiera. Así, sin pestañear. Zas. Visto
y no visto.

Ajá, así es. México es un país es-
pecial. Una república revolucionaria
pero institucional; de mitos, leyendas,
supersticiones, y ancestrales creencias,
cuyas calles huelen a cultura y a nachos
con guacamole. Y donde escandalo-
sos sobornos, descaradas mordidas y
secuestros mediáticos, conviven a la
fuerza con gente digna y honesta que
se resiste orgullosa a coger el primer
avión de American Airlines con destino
Arkansas o Texas.

“No chingues, cabrón. Esta es mi
tierra y aquí me quedo”, dicen aquellos
idealistas que pretenden cambiar las
cosas poco a poco y desde dentro... aun-
que las estadísticas no sean, ni mucho
menos, tan resistentes.
De hecho, la principal fuente de
ingresos de la República, por encima in-
cluso del petróleo y sus derivados, son
las divisas que los mexicanos envían
desde el extranjero. Una plata que pro-
cede en su mayoría en forma de billetes
verdes con la cara de Geoge Washing-
ton impresa, y acuñados por el Bank of
America con un número de serie y la
ambiciosa S y sus dos palos.

Sin embargo, este es un dato que a
muy pocos gobiernos, ni de izquierda ni
de derecha, interesa reconocer abierta-
mente. Quizá por el hecho de que todos
aquéllos que decidieron mandar al cara-
jo el orgullo patrio y emprender la bús-
queda de una mejor vida a bordo de un
enorme Boing 77, no suman papeletas
con una crucecita y un voto en la urna.
Pero de eso mejor ni hablamos.
Porque en esta tierra, como dice mi
compare Jorge Islas, la verdad se oculta
porque parece mentira.


'Si publicas mi nombre te mato': los riegos de ser periodista en México



Mauricio Farah: Quinto visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)

“La impunidad institucional en México hace que el periodista se autocensure”
La oleada de sangre desatada por los carteles de la droga en México ha salpicado a todo el gremio periodístico, el cual ve cómo cada vez está más desamparado frente las agresiones que padece bajo múltiples formas: insultos, ataques, homicidios, y la modalidad de siempre, la impunidad institucional. Esa que provoca que México esté viviendo “un claro retroceso” de la libertad de expresión.

Manuel Ureste / Veracruz (México)
Fotos: M.U./Red

Ni Afganistán, ni Corea del Norte, ni Somalia, ni Colombia, ni tampoco Cuba. México es, actualmente, el país más peligroso del planeta para el ejercicio del periodismo.
Tan sólo Irak, país que vive desde 2003 una ocupación y una sangrienta posguerra entre las fuerzas estadounidenses y la insurgencia armada, supera las alarmantes cifras de agresiones a profesionales de la información. Así, según el último informe elaborado por la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP-México), 46 profesionales de la información han perdido la vida víctimas de un asesinato entre el año 2000 y junio de 2008, de los cuales 26 se han producido en los últimos tres años. Asimismo, a día de hoy tampoco se conoce el paradero de otros diez periodistas que fueron secuestrados en diferentes puntos de la República.

“En México, el periodista es agredido tanto por las instituciones, como por los narcotraficantes”, denuncia en esta entrevista Mauricio Farah Gevara, quinto visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quien en este sentido incide, ante la poca efectividad de las instituciones gubernamentales, en el papel que la sociedad debe asumir para que las agresiones no queden impunes. “No se trata de un atentado contra el periodista; sino contra todo el conjunto de la sociedad”, sentencia.

-EL MUNDO: Las cifras son alarmantes. Cuarenta y seis profesionales de la información han perdido la vida entre el año 2000 y junio de 2008, estadística que hace de México “el país más letal del mundo”, después de Irak, para ejercer esta profesión. ¿Tan preocupante es la situación para que México supere incluso países como Corea, Cuba, El Congo, o Afganistán?

MAURICIO FARAH:
En efecto, el ejercicio de la profesión periodística en México es una actividad que se realiza con un elevado nivel de riesgo. En este sentido le diré que, según las últimas estadísticas, el número de agresiones, traducidas en forma de amenazas y homicidios, se ha duplicado incluso en los últimos dos años. Eso, sin contar con las denuncias que en muchos casos nunca se llegan a realizar.

-E.M.: Principalmente, de dónde provienen esas agresiones de las que usted habla.

M.F.:
En México, el periodista se ve agredido tanto por las autoridades, como por parte de una serie de grupos fácticos que se sienten amenazados ante determinadas informaciones.
Le explico. En cuanto a las autoridades se refiere, el periodista se encuentra amenazado a tres niveles diferentes: federal, estatal y municipal. En este caso, las agresiones tienen un claro reflejo en la falta de investigación y en la existencia de una impunidad institucional que provoca que los informadores se impongan así mismos una autocensura.
En cuanto a los grupos fácticos que amenazan al trabajo del periodista, éstos lo hacen principalmente cuando se trata de temas de narcotráfico, aunque también comienzan a proliferar los casos por tráfico de armas y corrupción.

-E.M.: ¿Cuál o cuáles son las zonas más hostiles para ejercer la labor informativa en la República de México?

M.F.:
Hay varias. Pero, principalmente podemos reportar México DF, Oaxaca, Tamaulipas, Guerrero, y también el estado de Veracruz.
En cuanto a este último caso, hay que tener en cuenta que Veracruz es uno de los estados donde se han registrado varios homicidios de periodistas. Por ello, la Comisión Nacional de Derechos Humanos sigue muy de cerca este caso, ya que desde el año 2000 hasta el día de hoy, cinco informadores han sido asesinados realizando su trabajo en territorio veracruzano.

-E.M.: ¿Qué tipo de medidas se están llevando a cabo para poner fin a este balance tan negativo?

M.F.:
Lo más importante es que la sociedad tome conciencia verdadera de la situación que estamos viviendo. Porque no se trata de un atentado únicamente contra el periodista, sino contra toda la sociedad y el conjunto de valores democráticos en general.
En este sentido, la Comisión Nacional de Derechos Humanos está llevando a cabo diversos programas para sacar a la luz esta situación. El mensaje que estamos tratando de dar es que no debemos permitir que los casos queden en la impunidad, porque ello favorecerá a esta situación de espiral de violencia contra los periodistas y contra el conjunto de los mexicanos.

-E.M.: ¿Qué valoración hace del trabajo de la Fiscalía Especial para la Atención de los Delitos contra Periodistas desde su creación en 2006?

M.F.:
Sólo le preguntaré una cosa: ¿Usted conoce algún caso resuelto? Porque yo no. Es lamentable que México se encuentre en el segundo lugar del ranking de países más peligrosos para ejercer esta profesión, y la Fiscalía no haya resuelto ni un caso desde su creación en febrero de 2006. Es realmente lamentable.

-E.M.: ¿Podríamos, por tanto, y a tenor de los resultados cosechados, decir que esta Fiscalía es más un instrumento político de cara a la galería que una herramienta realmente efectiva y útil?

M.F.:
Mire, no voy a entrar en valoraciones políticas. Sólo diré que, en efecto, hay que fortalecer esta Fiscalía. Pero para ello también tiene que dar resultados.

-E.M.: En un sentido más general, y a modo de conclusión, ¿cómo podríamos valorar el estado en que se encuentra en la actualidad el ejercicio de la libertad de expresión en México?

M.F.:
En primer lugar yo me pregunto cómo se puede hablar de libertad de expresión cuando cada vez hay más periodistas que aceptan la autocensura. En realidad, opino que estamos ante un claro retroceso de la libertad de expresión en México.

No disparen al mensajero: 80 periodistas muertos en 25 años


Ejecuciones, decapitaciones a plena luz del día y envío de cabezas cortadas a las redacciones... México no es un país en guerra. Pero sus reporteros se enfrentan a una espiral de violencia que se ha cobrado, de 2000 a lo que llevamos de 2008, 46 homicidios y 10 desaparaciones forzadas de profesionales de la información.
La situación ha provocado que múltiples instituciones y organismos internacionales hayan dado la voz de alarma. Así, a principios de 2007, la Unesco publicó su informe ‘Press Freedom: safety of jurnalists and impunity’, donde, en el capítulo específico dedicado a México, destaca la “contradicción” de la situación que vive el país centroamericano: “No es un país en guerra, ni vive una permanente situación de revolución social.
Sin embargo, el número de periodistas atacados y asesinados es, con diferencia, el más alto del mundo”. De hecho, tal y como señala la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP-México), un total de 80 periodistas han perdido la vida en el ejercicio de su profesión en los últimos 25 años, lo cual da como resultado un promedio de tres informadores asesinados por año.


Censura como “una legítima forma de protección”

Sin embargo, el periodo que va del año 2000 a junio de 2008, que incluye el sesenio de Vicente Fox (PAN) y los dos años de Gobierno del actual presidente, Felipe Calderón (PAN), es uno de los más violentos que se recuerde.
Sólo en los últimos tres años se ha producido, según datos de FELAP-México, 26 homicidios de periodistas y trabajadores de prensa. No obstante, los periodistas mexicanos no sólo temen a las balas de los narcotraficantes. Ya que, según el último informe elaborado por FELAP-México, “la violencia contra la prensa también ha sido ejercida por algunos responsables públicos”. En este sentido, el estudio menciona el caso del alcalde de Oaxaca, que arremetió contra una radio local, y el del gobernador de Sonora, Eduardo Bours, quien silenció a la revista ‘Proceso’, comprando toda su tirada, cuando informó de una presunta relación entre su hermano y el tráfico de drogas.
Todo ello, concluye el informe, está provocando: uno, que los periodistas encuentren “serias dificultades” para acceder a los funcionarios públicos; y dos, que los periodistas opten, “cada vez más”, por autocensurarse para “sobrevivir” como “una forma legístima de protección".




viernes, 25 de julio de 2008

Reportaje pobreza extrema en México



Caminito de piedra: crónica desde la pobreza más extrema de México

México vive entre dos mundos. Entre escuelas privadas de calidad y tasas de analfabetismo de hasta un 20%. Así lo aseguran en su último informe el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, organismos que destacan que el país cuenta con la distribución del ingreso más desigual del mundo.

Manuel Ureste / Veracruz (México)
En México la verdad se oculta porque parece mentira. Aunque para 60 millones de mexicanos vivir en el umbral que separa la pobreza y la miseria extrema se ha convertido en una realidad cotidiana.
Una realidad a la que el Estado de Veracruz no es ajena. Así, a tan sólo 20 kilómetros de Córdoba -una de las ciudades más desarrolladas de éste- y a una hora de autocar del turismo de las playas de Boca del Río, municipios como Chocamán lanzan una llamada de auxilio a navegantes para dotar de recursos a aquellas comunidades que hacen de la dignidad su único medio, y de la esperanza su futuro más incierto.

“Diagnóstico: pobreza”

Federico Asensio Corona tiene 86 años y muy poco que echarse a la boca. Viste una camisa amarillenta de manga corta que abrocha hasta el cuello, y mete con escrupuloso cuidado por dentro del pantalón. “Un hombre se viste por los pies”, debe pensar. Se mantiene lúcido a pesar de la edad, aunque ya no recuerda desde cuándo su poblada cabeza y sus espesas cejas comenzaron a vestir las primeras canas. El paso de los años le tintaron de gris el pensamiento.
Federico estrecha la mano con fuerza. El tacto de sus huesudas manos agrietadas habla de años de trabajo y de campo. Sus uñas están colmadas de arena, y sus pies destrozados parecen cuestas de piedra llenas de fango. A pesar de todo, él lo intenta. Aún y cuando su débil mirada ya no distingue a quien más le quiso. Todavía me mantengo fuerte; tengo mucha energía, afirma sonriente y olvidando por un momento que su esposa ciega está muy enfermita y que la casa carcomida en la que sobreviven quizá no aguante una tormenta más. “Cuando Diosito lindo le da a uno esta vida...” hay que aceptarla como viene, afirma sin terminar la frase, cabizbajo y resignado a su suerte final, pero manteniendo al frente el orgullo que le brinda la dignidad. Aquel que todavía guarda con recelo en su difusa y ya apagada mirada.

La historia de Federico forma parte del “diagnóstico real y fiable” que el Ayuntamiento de Chocamán (Córdoba, Veracruz) está elaborando para tratar de dar salida a aquellas situaciones de pobreza extrema que muchas familias de las comunidades colindantes a este municipio viven desde hace generaciones.
Ellos, los ciudadanos, denuncian que son mucho más que una papeleta metida en una urna. Son personas. Así lo reivindica la situación de hombres como Leonardo López, o como Pedro López Vázquez, de 54 y 72 años respectivamente y vecinos de la minúscula colonia de Rincón Pintor, que viven en función de la generosidad del campo y de un raquítico salario de 60 pesos (unos 3,7 euros) la jornada para mantener a una familia de hasta siete hijos en el caso del primero.
“Sabemos que son muchas las necesidades”, admite de inmediato Octavio Sánchez Eugenio, director de Protección Civil y del servicio de Ecología de la Administración municipal de Chocamán, quien en este sentido hace hincapié en la escasez tanto de recursos materiales, como de financiación para proyectos productivos, así como en los “gravísimos problemas de salud” que padecen los vecinos de comunidades como Tetla, Rincón Pintor, o Matlalapa.
Colonias que escupen la verdad de las calles y su miseria, que en muchos casos apenas están separadas por unos kilómetros de distancia del paisaje globalizado de Córdoba, y a una hora de la opulencia turística macro-hotelera de las playas de Veracruz y Boca del Río. “El objetivo de este Ayuntamiento es obtener los recursos suficientes por parte de las autoridades estatales, federales y locales para poder hacer frente a este ‘boom’ de la pobreza extrema y canalizar la financiación para las familias más necesitadas”, explica el funcionario, quien no obstante advierte que aunque no se va a excluir a nadie de las ayudas, “la gente tiene que entender que sí existen prioridades”.


Proyectos para la confianza

Una de esas prioridades es el caso de Federico y su anciana mujer discapacitada. Su situación es extrema. Sin una casa que los proteja de las fuertes lluvias, sin un sustento económico, y sin una asistencia sanitaria que les garantice una vida digna, el único recurso al que pueden agarrarse es a la solidaridad de la mano amiga y a los proyectos que recientemente está poniendo en marcha el Ayuntamiento de Chocamán.
“Hasta el momento se han construido siete casas para esos casos extremos. Y vamos a seguir construyendo más”, explica al respecto el director de Protección Civil, que en este sentido añade que la materialización de estas nuevas viviendas “ha sido fruto de un trabajo en colaboración con agentes municipales y voluntarios de las comunidades rurales, muy efectivo, muy bueno y muy bien intencionado. Estamos tratando -reitera- de hacer frente a esta situación para que la gente se sienta con confianza”.
Por el momento, la Administración que dirige el profesor Esteban Escamilla ha destinado en los seis meses que lleva en el Gobierno unos 50.000 pesos (3.1160 euros) para la protección civil de los vecinos de comunidades como las citadas Tetla, Rincón Pintor, o Matlalapa entre otras. Una cifra que se ha visto incrementada notablemente gracias a la solidaridad del pueblo y a la liberación de despensas, mantas, láminas y alimentos de primera necesidad.
“Nunca antes había visto tal demostración de solidaridad. La gente apoya a otra gente que no tiene absolutamente nada. Lo hacen con comida, agua, servicios de salud, prestando sus espacios para vivir, dando apoyo moral...”, indica el director de Protección Civil, que asimismo explica que son los propios vecinos los que se encargan de trasladar a aquellas personas ancianas o con alguna discapacidad hasta el Ayuntamiento para que puedan ser atendidos. “La solidaridad brinda a la gente el apoyo necesario para salir del momento crítico”, indica el funcionario.


“Las rocas nunca te avisan”

Sin embargo, la solidaridad rara vez suele ser suficiente. Ni llena platos a diario. Por ello, el gobierno municipal ya ha solicitado a las autoridades pertinentes una mayor cantidad de recursos con los que poder hacer frente a problemas como el de la educación. Especialmente, en comunidades donde los estudiantes tienen que recorrer a pie hasta cinco kilómetros para acudir a las clases de secundaria. Cinco mil metros de camino que, como indica Sánchez Eugenio, constituyen un espacio muy peligroso por la delincuencia, la drogadicción, los derrumbes, y porque, en efecto, “las rocas nunca te avisan cuándo van a caer”. Por ello, adelanta el responsable del área de Protección Civil de Chocamán, ya se está gestionando el proyecto para la creación de una carretera asfaltada que sustituya a los interminables caminos de piedra, y permita el acceso a la entrada de recursos de apoyo, y de vigilancia.

¿Y mi casa?

Federico alza la cabeza y pregunta en voz baja a los funcionarios municipales para cuándo estará lista su nueva casa. Éstos responden que, si la climatología así lo permite, la tendrán en apenas tres días. Federico entonces sonríe. Agradece la visita y alza la mano al cielo mientras pide a Dios que les bendiga y ayude en lo posible. Entra de nuevo en su casa y echa a un lado el trozo de madera putrefacta que lo protege del exterior. Hoy ha habido suerte. Algo cuece en el interior de una vieja olla oxidada. Es hora de alimentar lo que aún queda de esperanza.

Hola a tod@s, y bienvenidos a Vivir para contarlo. El blog de aquéllos que "persiguen lo imposible" y tratan de "describir la belleza con un verso a menudo incorregible". Desde estas líneas torcidas ofreceremos una particular visión del mundo y sus consecuencias, y a ser posible sin morir en el intento. Los temas serán variados (espero): desde política-terrorismo internacional a literatura, pasando por música, cine, y el apasionante mundo de los chiles jalapeños. Todo, menos prensa rosa (si es para criticarla, sí). Por ello, os lanzo la invitación, y también el reto, de que aportéis vuestro punto de vista sobre todo aquello que se trate en este blog y consideréis de vuestro interés (lo que no, puesss no, obviamente!) Nada más, primos. ¡Paz!

"Somos el tiempo que nos queda, la vieja búsqueda, la nueva prueba. Yo tampoco se vivir, estoy improvisando, pues cada uno tiene que ir tirando a su manera". (Doble V, album 'Vivir para Contarlo')