lunes, 6 de agosto de 2012

"Hasta que me permitan mis hermanos delincuentes respirar, defenderé a los migrantes": Padre Solalinde


El padre Alejandro Solalinde. Foto: tomada de Internet


El padre Alejandro Solalinde está de vuelta. Luego de que pasara poco más de un mes y medio de que anunciara una especie de auto-exilio, a petición expresa de su dimensión pastoral y de Amnistía Internacional, tras recibir insistentes amenazas de muerte por su labor en defensa de los indocumentados al frente del Albergue Hermanos en el Camino, en Ixtepec, Oaxaca, el sacerdote regresa de nuevo a México después de una corta pero intensa gira por Estados Unidos y Europa en la que compartió múltiples experiencias de la problemática que enfrentan los indocumentados centroamericanos a su paso por México para alcanzar la frontera Norte, y en la que también escuchó los problemas que los migrantes del norte de África y de Asia sufren en otros países europeos, como España, Italia, o Alemania.

"Tenía que volver a México. Esta es mi vida y mi misión. Mi lugar es con los migrantes"
"Acepté estar dos meses fuera del país para que se modificaran las condiciones de seguridad en el albergue y también de mi seguridad personal… Y si esto se logró o no, pues ya ni modo. Pero tenía que volver a México porque esta es mi vida y es mi misión", contesta el sacerdote en entrevista telefónica para Animal Político, luego de que explicara que, en un principio, Amnistía Internacional le ofreció la posibilidad de estar un año recorriendo el Viejo Continente para compartir experiencias sobre el problema de la migración ilegal. "Pero les dije que no, que no podía estar de turista todo ese tiempo. Mi lugar es con los migrantes. Así que la condición para salir era que en dos meses tenía que estar de vuelta al albergue. Y así fue", añade al respecto Solalinde para, a continuación, detallar que tras las reiterativas amenazas de muerte que recibió no tuvo más remedio que aceptar que, además de los cuatro policías estatales que lo resguardan a él y a las instalaciones del albergue, otros cuatro escoltas designados por la PGR lo acompañen a sol y sombra durante los 365 días del año. Algo que, suelta un suspiro de resignación, acepta que le ha cambiado la vida.

Indocumentados arriba de 'La Bestia', a su paso por La Patrona, Córdoba (Veracruz). Foto: Manu Ureste

"Claro, mi vida ya cambió mucho. Antes siempre iba solo a la Tapo, tomaba el Metro, viajaba en camiones de segunda, sin importar a la hora que fuera –agarraba lo que encontraba-, pero ahora ya no puedo hacer eso. Las normas de seguridad y los protocolos me indican que casi voy a tener que utilizar únicamente el avión para venir al DF, porque siempre van dos guardias conmigo y al llegar a tierra están otros dos más esperándome con un vehículo. Estaré escoltado las 24 horas del día y los 365 días del año", afirma el defensor de los derechos humanos, quien precisa al respecto que la protección va más allá de la policial y de la que le brindan las autoridades. "También la alta comisionada de Naciones Unidas me está ayudando de tres formas –añade-: uno, organizando una conferencia sobre migración el año que viene; dos, haciendo un estudio de seguridad en el albergue y de mi persona por peritos de la ONU, el cual ya llevaron a cabo; y tres, instruyendo al representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas a que me acompañen de manera simbólica a Oaxaca mañana, y el jueves al albergue. Esto, como una muestra de solidaridad y para decirle a las autoridades mexicanas que la ONU está muy preocupada con todo lo que está pasando con los defensores de los derechos humanos de las personas migrantes y también con el asesinato de periodistas".

"Los delincuentes ven en los indocumentados su minita, y yo estoy estorbando ese negocio. Por eso las amenazas"
- "Padre, ¿teme que una vez que llegue el jueves al albergue se reproduzcan las amenazas?", se le cuestiona.


"Mire, las amenazas provienen porque yo estoy impidiendo un negocio ilícito con los migrantes. Para mí ellos son personas, y además personas muy valiosas. Como he dicho siempre, para mí ellos son Jesús. Por lo tanto, se trata de personas valiosísimas y que, obviamente, debido al estado de vulnerabilidad en el que se encuentran, requieren de mayor atención. Porque la delincuencia organizada y los funcionarios corruptos sólo ven en ellos el símbolo del peso. Es decir, ven su particular minita. Y por eso llegaron las amenazas: porque estoy estorbando el negocio de estos delincuentes. No obstante, yo voy a seguir haciendo exactamente lo mismo que he estado haciendo durante todo este tiempo, los voy a seguir retando".

- "Pero, luego de que su vida haya sido amenazada en varias ocasiones… ¿no tiene temor a regresar?" 

"No, yo lo que tengo es una gran preocupación porque salga adelante la misión. Hasta el momento en que me permitan mis hermanos delincuentes respirar, voy a estar defendiendo la misión. Pero también lo hago con serenidad. O sea, no lo hago creyendo que todo depende de mí, o pensando que como ya soy indispensable y nadie puede hacer las cosas sin mí no me puedo morir, no. Gracias a Dios, Jesús me ha enseñado que yo sólo soy un instrumento, soy su servidor, pero me reconforta mucho, me ayuda mucho saber que Dios es el que está haciendo esto. De hecho, a la delincuencia organizada y a esos funcionarios públicos que se han desviado de su misión, yo les diría que están luchando contra Dios, pero contra Él no van a poder. A mí me pueden matar, pero a Dios nunca lo van a vencer. Y eso me da serenidad".

- No obstante, su labor en cuanto a la defensa de los derechos humanos al frente del albergue Hermanos en el Camino sí ha sido de gran importancia para poner el acento en este problema…

"Gracias a Dios no soy indispensable, aunque sí creo que puedo ayudar a mantener el espíritu de Jesús en el albergue. Es decir, a que seamos abiertos, tolerantes, incluyentes, y a que nadie se crea ahí más que otro. Yo les he dicho que nadie de nosotros es dueño del circo, que nadie tiene derecho de antigüedad; que los que van llegando tienen el mismo derecho que cualquiera de nosotros. Entonces, en ese sentido yo procuro abundar en el espíritu de Jesús".

"El obispo de Cuatitlán no ha sido sensible al problema de la migración en Lechería; no se puede ser pastor desde un escritorio"
- Un espíritu de Jesús que, por cierto, parece no haber calado mucho en otros lugares de la República como en Lechería, donde otra Casa del Migrante ha sido cerrada…


"Lo que ha sucedido en Lechería nos duele mucho, porque es una casa que se cierra, donde no van a poder recibir a los migrantes. Pero lo que más me duele es que las personas de Lechería hayan cerrado su corazón a sus mismos hermanos y a Jesús. Porque Jesús se identifica con los migrantes. Pero eso creo que ya no tiene mucho remedio: porque es cuestión de educación y la Iglesia Católica tiene que formar mucho las conciencias solidarias y evangélicas y ya no hay tiempo. Ahorita lo que se necesita es poner en marcha medidas de emergencia y buscar otro lugar. Ojalá que las autoridades del estado de México se conmuevan y traten de buscar un terreno, y poner carpas de emergencia para atender a estas personas, porque siempre va a haber alguien dispuesto a ayudar. No obstante, tampoco el obispo de Cuatitlán, Guillermo Ortiz Mondragón, ha sido sensible a este problema. Y no lo es porque no se puede ser pastor desde el escritorio. Se tiene que ser desde abajo. Tiene que bajar con ellos, convivir con los migrantes, verlos, escucharlos, sentirlos… Entonces, se conjuntó todo. Y es una pena, una tragedia que se haya cerrado esa casa porque es la única oportunidad que tienen los migrantes para salir adelante. Y no sé cómo le vaya a hacer el Obispo, porque no puede lavarse las manos y decir simplemente yo no puedo hacer nada, porque él es pastor y no puede abandonar a sus ovejas, ni el gobierno tampoco.

Los indocumentados son víctimas frecuentes del crimen organizado a su paso por México. //Foto: Manu Ureste

- Parece, por tanto, que a los migrantes se les van cerrando las oportunidades a su paso por México. Algunas de las excepciones que aún quedan nos remiten a casos como el de Las Patronas, un grupo de mujeres que se dedica a brindar ayuda a los indocumentados a su paso por Córdoba, Veracruz.  


"Sí, pero ellas tienen mucho amor, mucha fe. Ellas sirven y están abajo; ellas conviven con los migrantes, lloran con ellos, por eso Dios están con ellas. Porque han desafiado todos los peligros y están consagradas a los hermanos migrantes. Eso es ser un buen pastor".

"Todas las propuestas de los candidatos en materia de migración son muy pobres; pero la peor es la del PRI"
- Por último, ¿qué le han parecido las propuestas de los candidatos durante las pasadas campañas en materia de migración?


"Todas las propuestas son muy pobres, y algunos de los candidatos hasta las han ignorado por completo. Aunque la propuesta más pobre de todas, me queda claro, es la del PRI. Porque no tiene ninguna. Este partido, si es que se queda, va a tener que hacer un esfuerzo muy grande para convocar a la dimensión pastoral de la movilidad humana y a todas las personas y organizaciones que trabajamos en esto, para hacer un plan realmente efectivo desde abajo y no de arriba.

"No es de extrañar que el tema de la migración no se tocara en campañas; los migrantes no existen"
- ¿Y no le llama la atención que siendo el problema de los indocumentados uno de los grandes retos que afronta el país no haya tenido un papel preponderante en la pasada elección?


"No, no es de extrañar que el tema de la migración no se haya tocado durante las campañas, porque los migrantes no se ven. Son personas que no existen".

Esta entrevista fue publicada originalmente para AnimalPolítico.com

No hay comentarios: