domingo, 18 de abril de 2010

'El Furioso'

Manuel Ureste / VPC
Vengo pálido, oiga. Más blanco que el culo de Andrés Iniesta. Vamos, que me pinchas con una aguja del 15 y no sacas gota. Ni gotica.
Verán, resulta que como suelo hacer cada domingo -o sábado, según toque- fui a ver el futbol al bar de mi compadre Alejandro.
Nada extaño hasta aquí: vi el partido, pagué la cuenta, dejé la obligada propina voluntaria del 10 por ciento, y me largué con una sonrisa -hoy sí- porque el Madrí le cascó dos goles como dos soles al Valencia. Cojonudo.
Bueno, todo normal repito: agarré mi bolsa y me dirijí a la esquina más cercana para esperar el autobús; uno de esos viejos y destartalados, decorado con un enorme murciélago negro en la parte trasera y que va en dirección a San Nicolás. 'El Furioso' se hace llamar. Ahí es .
En la supuesta parada -cualquier esquina puede serlo, o no- me coloco los auriculares, le doy plei al Chente y a sus mujeres divinas, preparo las monedas y espero hasta que a los pocos minutos pasa un camión a toda leche. Ñiónnn. Y así otro y otro hasta que veo aparecer el 'mío'.
El semáforo del crucero se pone en rojo. "Alabado sea El Señor", pienso. Esta vez no voy a tener que salir corriendo a lo Usain Bolt para alcanzarlo. El camión se para frente a mis napias; se abre la puerta, subo un escalón, otro, y al tercero me planto delante de un chamaco que, jura él, es el chofer del 'Furioso'.
Pues ya qué, lamento. No hay de otra más que tirar pa'lante. Así que, a pesar de mi cara de pasmao porque un nene lleva en sus manos un volante que le dobla en tamaño, aflojo a regañadientes los 6 pesos y me dispongo a buscar un lugar libre cuando, ¡rediós!, veo que el mocoso encargado de llevar mi destino a buen puerto va manejando con una sola mano y haciendo malabarismos para sostener con la otra a un nene que no pasaba de los 4 años. ¿Cómo se te queda el body?
En fin, el camión siguió su marcha. Y nadie en el interior del vehículo pareció sorprenderse ni lo más mínimo por la presencia de los dos escuincles. Ni nadie se levantó tampoco tirándose de los pelos, oh my God!, tras comprobar que el chofer era en realidad un puto niño conduciendo con el Güisin y Yandel a toda ostia y encima con una sola mano. El Fitipaldi.
Así que mejor traté de calmarme a pesar del llanto desesperado del chamaco -el de 4 años-. Trago saliva lentamente y me estaba echando un par de rezos cuando en esas vi a un agente de Tránsito hacerle el alto al 'Furioso'. De puta madre, murmuré. Al fin el propietario de la empresa recibirá un castigo ejemplar. Sin piedad y a la yugular. Por cabrón.
Pero nada de eso. Nain. Niet de niet. Porque resulta que al ofisial, un tirillas sopla pitos de poca monta, no le dio por hacer su trabajo ese día. Nasti de plasti. Al contrario. Subió al vehículo, intercambió un breve diálogo ininteligible con ambos nenes, puso la mano y se bajó. Así nomás. Mientras tanto, a mí se me quedaba una cara de perfecto imbécil por confiar en la justicia, la ley y toda esa mugre, y el 'Furioso' salía echando humo a toda madre con aquellos dos escuincles manejando el destino de nuestras vidas.

5 comentarios:

Mª Dolores Macanás dijo...

Madre de Dios!!! Esas cosas no pasan en España!! Asi que si algo no te gusta de allí, aquí te seguimos esperando!! Un beso y cuidate mucho Manuel!!

La Maquinista Yey★ dijo...

jajajajaja!!!! eso es a lo que yo le llamo Adrenalina Pura!... ummm y no ya nada me sorprende! así es esto! pero mira todavía no te tocaba! tranquisss!

Anónimo dijo...

Increible, despues decimos que aqui las cosas van mal, pues anda que leyendo esto se queda uno pasmado.
Un saludo y suerte.
Pepebadajoz

Fernando dijo...

Lo más jodido es que algunas personas no sólo arriesgan su vida, sino también la de sus hijos. Y ni qué se diga nada de los que viajaban en el camión, como tú... les vale, les vale m...

Anónimo dijo...

Bueno... eso y mucho más no ha tocado vivir... digo para el tiempo q llevas en mi México lindo y querido ya era para que te me hubieras acostumbrado jaja... Pero bueno, son de esas experiencias que en lugar de hacer un "pancho" te las quedas para contarlas a tus nietos!!!
Saludos Colegaaa!!!

*Annie*
¡Hala Madrid!