Manuel Ureste / VPC
Siempre me pasa. Lo de acabar la última página de la novela de turno y quedarme como con un escalofrío raro recorriéndome el cuerpo. De esos que no sabes muy bien si es de alegría porque ya todo llegó a su fin, o de tristeza... precisamente por lo mismo.
Me pasó hace apenas unas noches con el bueno de Santiago, en El Viejo y el Mar. Ese entrañable pescador cubano que llevaba 84 días sin pillar ni un resfriado, siendo objeto de burla en el pueblo por su desdicha, a excepción de un joven muchacho que siempre lo anima a seguir saliendo 'a la mar' (así la llaman los que la aman) en busca de ese gran pez que será el reto más grande de su vida. Entrañable novela de Hemingway.
E igualmente me pasó a principios de año con Josué Nadal en 'La voluntad y la fortuna'. Historia narrada en primera persona por una cabeza decapitada flotando a orillas del Atlántico, donde Carlos Fuentes hace un análisis de este México contemporáneo en el que vivimos a través de la enigmática relación entre Josué y Jericó (Castor y Pólux, Caín y Abel), y una compleja trama política donde, por supuesto, el poder y la corrupción serán el pan nuestro de cada día.
Buena y totalmente recomendable novela, especialmente para el lector 'extranjero', ya que en ella encontrará algunas de las claves para comprender la situación actual que vive México. No obstante, una advertencia: no será una lectura fácil, ni tampoco ágil. La mezcla de filosofía (San Agustín, Nietzsche, Maquiavelo...) con la política mexicana y el realismo mágico nos hará sentir desorientados por momentos y dar alguna que otra 'cabezada'. Aunque la espera valdrá la pena.
Y exactamente lo mismo me vino a suceder (con mayor o menor intensidad) con 'Buzón de tiempo', de Benedetti (otro grande que se nos fue); con el súperdetective de Los Ángeles, Nick Belane, en la novela de Bukowski, Pulp (gracias a Fredy); con el intrépido periodista 'Kale' Blomkvist en la primera parte de la trilogía 'Millenium', de Larsson; con el científico Aronnax y el capitán Nemo a bordo del maravilloso Nautilus recorriendo los mares en la fascinante obra '20 mil leguas de viaje submarino', clásico de la novela de aventuras del gran Julio Verne; con Maruja Pacho Villamizar, en 'Noticia de un secuestro' de Gabriel García Márquez, novela obligada para los periodistas; o, por ejemplo, con la mujer del médico en 'Ensayo sobre la ceguera' y el sargento de policía de 'Ensayo sobre la lucidez', ambas del gran José Saramago.
Ahora bien, si tuviera que quedarme con una historia, con un personaje, no tendría duda: la novela que más me marcó en este 2009 fue... 'La Reina del Sur' (aplausos por favor), del odiado por muchos e idolatrado por otros tantos (aquí me incluyo), Arturo Pérez Reverte. En cambio, no me gustó -o no colmó tal vez mis expectativas- la obra del periodista Julio Sherer dedicada a la vida de otra narcotraficante mexicana: Sandra Ávila Beltrán, La Reina del Pacífico. Obra con 'poca chicha' y que, en realidad, no deja de ser más que una entrevista publicada en varios capítulos y que poco o nada aporta nuevo a lo que en México ya todo el mundo sabe sobre la 'materia'.
Y ya que estamos en el apartado de 'decepciones', también incluiría a Gomorra. No porque me parezca una mala obra. De hecho, me parece más bien un reportaje largo para el que se necesita mucha valentía y algo más para poder escribirlo. Sin embargo, después de un fulgurante comienzo la obra de Saviano pierde 'fuelle' a medida en que las páginas van pasando. Aunque, a diferencia de 'La Reina del Pacífico', 'Gomorra' sí es una obra que aporta y que transporta al lector a un mundo donde El Padrino, sí existe.
En definitiva, ha sido un 2009 de noches en vela leyendo. Primero con frío y manta doble, luego con el ventilador para combatir el sofocante calor, y de nuevo vuelta al edredón y la manta. Siempre acompañado por una lamparita roja, el pegajoso olor a humedad, y esa lagartija besucona observándome, tan descarada ella, en la pared de enfrente...
Los libros del 2009
- La voluntad y la fortuna, Carlos Fuentes - Buzón de tiempo, Mario Benedetti - El amor, las mujeres y la vida, Mario Benedetti - Aura, Carlos Fuentes - Pulp, Bukowski - Todos los fuegos el fuego, Julio Cortázar - El Principito, Antoine de Saint-Exupéry - Ensayo sobre la ceguera, José Saramago - Ensayo sobre la lucidez, José Saramago - La Reina del Sur, Arturo Pérez Reverte - La Reina del Pacífico, Julio Sherer - Gomorra, Roberto Saviano - Noticia de un secuestro, Gabriel García Márquez - Los hombres que no amaban a las mujeres, Stieg Larsson - 20 mil leguas de viaje submarino, Julio Verne - El Viejo y el Mar, Ernest Hemingway
Los que vendrán en el 2010
- Retrato de Dorian Grey, Oscar Wilde - El Príncipe, Maquiavelo - Adán en Edén, Carlos Fuentes - Caín, José Saramago - El Muro de la Vergüenza, Miguel Escobar Valdez ...
4 comentarios:
Me hubiera gustado hacer una ensayo parecido a éste, querido Manuel para revisar los libros que me acompañaron este 2009. Mmm. Pero ya que mencionas a Stieg Larsson, la trilogía Millennium me la hizo pasar bien.
Me acuerdo mucho, cuando un día me quedé hasta como las tres de la mañana leyendo, y justo en el momento en el que Lizbeth Salander, la héroe, sufrió algo grave. Al día siguiente pensaba en ella, como si la conociera, estaba preocupado por ella, aunque no, no creo que tanto, me intrigaba llegar a casa y ver qué más ocurría. Fue tanta esa sensación, que se la comenté a Stephany, le dije, que pensaba en Lizbeth Salander como en alguien real.
Bueno, eso fue.
Un abrazo
Encantado de encontrar navegando a buenagente tan inquieta!! Te seguiré la pista desde mi palabrafernalia... ENHORABUENA!!!
Encantado de encontrar navegando a buenagente tan inquieta!! Te seguiré la pista desde mi palabrafernalia... ENHORABUENA!!!
Muchas gracias Miguel por tu comentario. Y qué bueno que te unas al club de Vivir para Contarlo. Yo también seguiré de cerca tu palabrafernalia!
Un abrazo.
Y saludos Fredy! A mí también me gustó bastante Millenium, a pesar de que era algo reticente a leerla (desonfío de los bestsellers repentinos).
Feliz año a todos.
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