jueves, 6 de noviembre de 2008

Ganó Obama... pero ¿sí, podemos?


Manuel Ureste / Veracruz
Pues sí. Ganó Obama; el triunfo de la esperanza, el ‘Yes, we can’, y el cambio de rumbo ante la mal llamada doctrina liberal de la catastrófica administración Bush. Es más, podríamos decir incluso que venció, como escribía recientemente en un artículo el fundador del diario El Páis, Juan Luis Cebrián, “el aliento por la libertad y la pasión por la solidaridad”.
Sin embargo, como decimos a aquel lado del charco, “Zamora no se conquistó en una hora”. Y algo muy parecido puede pasar con Obama y con aquéllos que, salvando las distancias, reconocen en el discurso del primer presidente afroamericano a Martin Lugher King o el nuevo Malcom X.
"No parece probable que, al menos a corto plazo,
las tropas estadounidenses salgan de Irak
entre vítores y flores en los fusiles".

La reconstrucción, por tanto, de ese espíritu de los fundadores de América del que hablaba Obama en su discurso tras la victoria, tomará su tiempo. Y mucho, además.
En primer lugar, porque el legado de Bush no es cualquier cosa: ahí están la -machacada informativamente hablando- crisis financiera internacional, con miles de familias en todo el mundo al borde o en la misma bancarrota, pregunten si no en Islandia; dos guerras absurdas en cuanto a que no se han conseguido los objetivos propuestos; miles de víctimas inocentes en nombre de la libertad y democracia americana; y sobre todo, un desgaste de consecuencias inimaginables de la propia imagen de Estados Unidos en todo el mundo y de todo lo que tenga que ver con su idiosincrasia, su particular sentido de la moralidad y su cultura.
En segundo lugar, habrá que verse también si, en efecto, ‘Sí podemos’.
Y me explico. Obama ha demostrado a lo largo de la campaña electoral que es un tipo serio, inteligente y que sabe llegar al corazón de los americanos, y no precisamente a base de un discurso patriotero de a cinco pesos el kilo. No.
"La elección de Obama responde
más bien a un sentimiento de hartazgo
colectivo, no sólo en Estados Unidos,
sino también en el resto del mundo".

Sin embargo, no es menos cierto que, salvando la barrera racial, el demócrata lo tenía ‘cantado’. Con un John ‘Maverick’ McCain enfrente que poca novedad representaba frente a Bush, la elección de Obama responde más bien a un sentimiento de hartazgo colectivo, no sólo de Estados Unidos sino de todo el mundo, de todo lo que oliera a otra administración republicana basada en ‘guerras contra el terror’ y políticas unilateralistas.
En efecto, Obama es el cambio. Pero ojo, ya veremos qué cambio. Porque no parece probable que las tropas estadounidenses salgan en apenas unos meses de Afganistán o Irak entre vítores y con una flor en sus fusiles de asalto de última generación y gritando ‘paz’ a los muchachos de Al Qaeda.
"Debemos acoger el triunfo de Obama
con expectación e incluso alegría,
pero también con máxima cautela:
grandes son los retos,
más grande aún son las dificultades"

Como igual de improbable parece que, al menos a corto plazo -como buena parte del mundo espera-, la prisión ilegal de Guantánamo cierre de manera definitiva sus puertas; ni que Estados Unidos vaya a dejar de lado el apoyo a Israel y sus asesinatos ‘selectivos’; ni que Ahmadineyad, Castro, Kim Yong Il, o Chávez, vayan a la Casa Blanca en breve a fotografiarse con Obama en el despacho oval.
Por todo ello, debemos acoger el triunfo de Obama con expectación, e incluso alegría si lo prefieren, pero también con máxima cautela: grandes son los retos, más grande aún son las dificultades. Aunque, eso sí, al menos nos quede la esperanza de que, peor que Bush, está difícil que lo haga. De todas formas, como tanto dicen en el norte, “que Dios bendiga a América” y de paso al resto del mundo... Ya saben, por lo que pueda pasar.


4 comentarios:

Fernando dijo...

No sé si "sí podemos". Pero me llamó mucho la expresión de todos esos rostros festejando la victoria de Obama. Y, sabes Manuel, con todo lo difícil que pueda ser, parece que Obama no está solo. Hay mucha gente, allá a nuestro norte próximo, que está dispuesta a que "aquello" funcione. Al menos, no le puedes negar algo, y creo que es irrebatible: tienen esperanza. Y ya ves el poder que eso puede tener. ¿Obama?

Lourdes dijo...

Hola Manuel!! ¿qué tal tanto tiempo!! me gustó mucho tu análisis y me suscribo a la idea de que como bien alguno dijo "no soy un pesimista si no un optimista informado".
Sin perder la esperanza te mando un saludo,

Lourdes
-del Puerto de Mazarrón, Hotel La Cumbre para más datos-.

Manu Ureste dijo...

Muchas gracias 'Fernando' por tu puntualización y por tu aportación al artículo. En efecto, el poder de la esperanza es muy importante, máxime en estos momentos de incertidumbre en que nos encontramos en todo el mundo. Sin embargo, ya veremos si es suficiente...

Manu Ureste dijo...

Y muchísimas gracias a ti también Lourdes.. cómo estás uruguasha??? Oye que me vine para tu continente.. aunque eso sí, bastante para el norte de donde vos venís. Qué alegría chica verte por aquí. A ver si me platicas qué tal te va la vida por La Cumbre, después de tanto tiempo. Ah, y me saludas también al uruguayo!!!

Saludos desde México, y muchas gracias de nuevo por tu aportación al blog. Besoss!!