lunes, 7 de junio de 2010

Mi aventura en el mar (La Isla del Tesoro)


"Quince hombres sobre el cofre del muerto
yo-ho-ho!! y una botella de ron"
Canción de los piratas


Manuel Ureste / VPC
Pues sí. La cosa va de clásicos. Y es que, si unos 'posts' atrás hablábamos de Drácula y sus juergas nocturnas por London city, en esta ocasión os cuento que hace no mucho acabé de leer 'La isla del tesoro'. Novela del escocés Robert Louis Stevenson, publicada por primera vez en 1883 en la revista 'Young Folks'. Y la verdad, me gustó mucho. Es un obra refrescante, de lectura fluida, y con un elevado nivel de adicción. Vamos, que te la 'ventilas' en dos cafés y un paquete de Camel. Si es que no menos.

La historia comienza en la vieja posada 'El almirante Bembow', lugar en el que Jim Hawkins -el joven protagonista- vive junto a su padres. Todo transcurre con normalidad hasta que un buen día aparece por allí silvando un tal Billy Bones, temible pirata de cara cortada, con un misterioso viejo cofre bajo el brazo. "Quince hombres sobre el cofre del muerto. ¡Y una botella de ron!", repetía cientos de veces mientras atemorizaba a la clientela del almirante Bembow con sus malas maneras... y afilada espada.
Pronto, el viejo Bones se haría el dueño del lugar. Pero su adicción al ron -cosa extraña en un pirata- le pasaría factura, muriendo víctima de una apoplegia.
Tras su fallecimiento, el intrépido Hawkins decide resolver por su cuenta el enigma del cofre del muerto. Encontrando en su interior lo que todos esperábamos: el mapa de la Isla del Tesoro. Sin embargo, el cuento no iba a ser tan fácil. Ya que poco antes de que Bones muriera, éste había recibido la visita de 'Perro negro', marinero de malas artes que acude a la taberna para hacerse con el cofre y emprender la búsqueda del ansiado tesoro del Capitán Flint, "el pirata más sanguinario que alguna vez haya vivido". Sin embargo, Perro Negro no tendría éxito, ya que el astuto Hawkins fue el más rápido de la clase y huyó con el mapa bajo el brazo.
La encarnizada búsqueda del tesoro... no había hecho más que empezar.

Lo cierto es que siempre me fascinaron las novelas de aventura. Especialmente, si éstas tienen que ver con el océano, antiguos galeones hundidos, tesoros enterrados en una isla misteriosa, o nuevos mundos por descubrir entre los recovecos del inmenso Mare Nostrum.
Ejemplo de ello, fue la ya citada en VPC '20 mil leguas de viaje submarino', de Julio Verne. O el entrañable 'Viejo y el Mar', de Hemingway. Pero en este caso, la obra que ocupa este post es -tal vez junto a Mobby Dick- la novela de aventuras por excelencia. Con aquellos piratas de los de verdad -como Jonh 'El Largo' Silver... nada que ver con el hollywoodense Jack Sparrow- , de parche en el ojo, mascando tabaco y escupiendo sobre la madera añeja, y gritando a sus subordinados temerosos aquello de '¡rayos y centellas! ¡Tirad al muerto por la borda de una maldita vez!'. O con aquellos otros marineros, viejos lobos de mar, siempre fieles a la taberna y a la bandera de 'Her Majestic' La Reina, tratando de poner las cosas en su sitio manteniendo a raya a los corsarios a punta de sablazo.
Pero no se crean. 'La isla del tesoro' es algo más que un cuento de aventuras. En realidad se trata de un ensayo, con un agradable olor a brisa salada pegándote en la cara, sobre la eterna condición (des)humana. Por lo que entre sus páginas encontraremos entre espadazos y cañonazos de balas del 15 una feroz crítica a la abaricia desmedida del hombre. Así como a su insaciable hambre de dinero, riqueza y absurdo poder. Un poder que, sin embargo, no será capaz de hacer frente al majestuoso mar. El cual, con su temible bravura, dejará siempre flotando las miserias del ser humano sobre la invisible línea del horizonte. Como los restos de un naufragio.

Puntuación de VPC: 8

Fotos: Charls

2 comentarios:

victoria,victoriae dijo...

Manu! Pero qué guapo estas! Qué fotos más chulas! Tengo ganas de hablar contigo, te escribiré....mil besos!

Anónimo dijo...

Hola Manu, ya veo que te estas convirtiendo en lo que simpre has querido...no saben aqui en España lo que se han perdido al irte a Mexico...un abrazo de tu amigo Diego desde Palma de Mallorca, te mando muchos animos ya que algunos para cumplir nuestro sueño hemos tenido que dejar nuestra tierra para seguir adelante...hace unos años quien nos lo iba a decir...