sábado, 24 de octubre de 2009

ONU, una historia de luces y sombras

¿Sirve de algo la ONU? ¿Cuál es su rol en un mundo ‘dominado’ por el unilateralismo de EU? Con motivo del Día de las Naciones Unidas, diario EL MUNDO hace un análisis de la ONU, organismo que desde su nacimiento ha escrito una historia de avances y retrocesos, de victorias y derrotas... de luces y sombras


Manuel Ureste / Diplomacia Exprés
La historia de las Naciones Unidas es una historia llena de luces y sombras.
Desde su nacimiento en 1945 tras el fin de la guerra más sangrienta que el hombre haya visto nunca, la ONU ha ido forjando numerosos capítulos de grandes avances y sonoros fracasos, que nos lleva en la actualidad a replantearnos la validez de aquel famoso eslogan ‘Nosotros, la gente de las Naciones’ con el que se identifica el ‘espíritu multilateralista’ de las Naciones Unidas.
Por tanto, la pregunta en este sentido es clara: ¿realmente sirve de algo la ONU?
Bien, argumentos en ambas direcciones no faltan.

"La llamada ‘Operación Libertad Iraquí’ fue sin duda el conflicto que mejor representa la división de las Naciones Unidas y su nula efectividad ante el uso de este organismo multilateral en beneficio de los intereses de un solo país: los Estados Unidos de América"
Desde luego, si ponemos por ejemplo los años de la Guerra Fría, cuando la amenaza nuclear hizo temblar al mundo, y donde la ONU se convirtió en un auténtico campo de batalla ideológico y de campañas propagandísticas de uno y otro bloque más que en un verdadero foro, desde luego la respuesta sería no.
O más contundente sería aún la negativa si expusiéramos como muestra la ‘Guerra del Golfo Pérsico’, conflicto donde el papel desempeñado por la coalición internacional se centró únicamente en la legitimación de la misma, dejando los asuntos militares a Washington.
E, incluso, más abrumadora sería la respuesta si el ejemplo a analizar fuese la llamada ‘Operación Libertad Iraquí’ –en 2003–, sin duda el conflicto que mejor representa la división de las Naciones Unidas y su nula efectividad ante el uso de este organismo multilateral en beneficio de los intereses de un solo país: los Estados Unidos de América.
Y si a todos estos argumentos le unimos la inoperancia de las resoluciones de la ONU en temas de vital transcendencia como la violación sistemática de los derechos humanos por parte de países como los propios EU (prisiones en Irak y Guantánamo) o Israel (última guerra contra Palestina), los argumentos del ‘No’ son realmente abrumadores.

"No olvidemos que la ONU jugó un papel trascendental en la reunificación de Alemania y que ha llevado a cabo exitosas operaciones por el mantenimiento de la paz en medio mundo"
Ahora bien, como ya hemos dicho, la historia de la ONU es una historia llena de sombras... pero también de luces. No olvidemos que este organismo jugó un papel trascendental en la reunificación de Alemania –vital para la estabilidad de Europa– y que ha llevado a cabo exitosas operaciones por el mantenimiento de la paz en medio mundo (Indochina, África, Oriente Medio, Los Balcanes...), jugando hoy día un papel fundamental en la estabilización de Afganistán, sin duda el gran ‘foco rojo’, junto a Irak, del terrorismo internacional.
Asimismo, en un mundo cada vez más globalizado, resulta imprescindible la participación de una institución globalizada, que pueda encabezar la lucha contra el terror global en nombre del multilateralismo.

"La ONU requiere de una profunda reforma en su estructura y, muy especialmente, en el Consejo de Seguridad, de manera que este organismo represente verdaderamente los ideales y objetivos comunes expresados en su Tratado"
Para ello, y toda vez que Bush ha sido ‘eliminado’ del panorama político, se requerirá sin duda una profunda reforma en el seno de la ONU con el fin de que ésta se adapte a los nuevos tiempos y a los nuevos retos.
Un buen comienzo sería sin duda la reforma de la estructura y de los procesos de las Naciones Unidas, así como una profunda reforma del Consejo de Seguridad de manera que este organismo represente verdaderamente los ideales y los objetivos comunes expresados en su Tratado. Es decir, se trata en definitiva de que la ONU deje en el pasado su rol de ejército global liderado por Estados Unidos y mostrar al mundo que, en efecto, es mucho más que una extensión de la política exterior de Occidente. Sólo así, la respuesta a si la ONU sirve para algo, será inequívocamente afirmativa.

Reportaje publicado en Diario El Mundo de Córdoba, el sábado 24 de octubre de 2009
Diseño: Álvaro Álvarez

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