jueves, 26 de diciembre de 2013

"Una madre nunca se cansa de esperar" (Crónica de la caravana de madres migrantes)



Manuela Jesús Franco busca a su hijo Juan Neftali Rodríguez Franco. 



NARCISA DEL SOCORRO Gómez no deja de sonreír a pesar del cansancio de los 4 mil kilómetros y 16 días de caravana recorriendo México. Se siente “bendecida y agradecida con Dios” por haber encontrado a su hijo con vida después de 10 años sin noticias de él, repite una y otra vez a los reporteros que se le acercan para conocer su historia. Sabe que su caso es excepcional, admite; una auténtica rareza en el país más peligroso del mundo para el tránsito de migrantes, en el que según un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos hay entre 70 mil y 120 mil centroamericanos desaparecidos. 

“Yo sabía que el camino es muy peligroso y por eso le insistí para que no saliera de Nicaragua -comienza a narrar la centroamericana durante el paso de la caravana de madres migrantes por La Patrona, en el estado de Veracruz-. Pero él es muy rebelde. No me hizo caso y se fue del país muy chiquito, con apenas 16 años”. Tras aquella advertencia, pasaron hasta 10 años para que Narcisa se reencontrara de nuevo con su hijo Eugenio Marcelino. En ese tiempo, el nicaragüense sí consiguió entrar a México y recorrer el país arriba del ferrocarril, aunque se quedó a las puertas del sueño americano. En concreto, en la ciudad fronteriza de Tijuana.


Desde allí, cuenta Narcisa con un ritmo de plática pausado, su hijo dio las primeras señales de vida. En el 2008, años después de su partida, éste le envió algunos correos electrónicos. Sin embargo, la comunicación se cortó de nuevo durante otro largo periodo. 


“México es el país más peligroso del mundo para el tránsito de migrantes; se estima que hay entre 70 mil y 120 mil desaparecidos”: Movimiento Migrante Mesoamericano

Tras 10 años de búsqueda, la nicaragüense Narcisa del Socorro encontró en Tijuana a su hijo. 

“En Tijuana otra vez perdí la comunicación con él. Pero llevé al Servicio Jesuita para Migrantes esos correos electrónicos, y eso fue lo que me ayudó mucho para encontrarlo”, cuenta la nicaragüense que, a continuación, explica que a partir de esos correos el voluntariado jesuita pudo contactar a través de Facebook a la exmujer de su hijo, que fue la que dio el número telefónico de Eugenio, propiciando el encuentro que se dio el pasado 7 de diciembre en Guadalajara, Jalisco.

“Para una madre es muy duro no saber si su hijo está vivo o muerto. Pero una madre nunca se cansa de esperar y cuando me llamaron diciéndome que lo habían encontrado… me sentí muy feliz y agradecida con Dios. Ahora ya lo tengo otra vez a mi lado y voy a seguir dándole consejos”, asegura Narcisa que pide al resto de madres de la caravana que mantengan la fe y continúen luchando en la búsqueda de sus seres queridos. “El Señor responde cuando Él quiere, no cuando nosotros queremos. Pero yo siempre les digo a las madres de esta caravana que no pierdan la fe. Que sigan buscando”.

El mismo consejo ofrece la salvadoreña Noemí Méndez, quien se reencontró con su hermana Sonia también en la ciudad de Guadalajara, tras 38 años de estar separadas. “Yo no conocía a mi hermana en persona, sólo nos habíamos hablado por teléfono en alguna ocasión. Fue gracias a esta caravana que yo pude localizarla y reunirme con ella después de tantos años”, asegura Noemí, que dice entender el sufrimiento de sus compañeras de viaje, porque ella también es madre de un hijo migrante. 

“Siempre les digo a las madres que vienen en la caravana que sí se puede, que tienen que seguir adelante y que la fe mueve montañas. Tarde o temprano sus hijos van a aparecer en algún lugar”, agrega la salvadoreña. 




La salvadoreña Noemí Méndez se reencontró con su hermana en Guadalajara, Jalisco, tras 38 años de no tener noticias suyas. 


Suman nueve reencuentros en este 2013; van 200 en 9 años 

Por su parte, Marta Sánchez, coordinadora del Movimiento Migrante Mesoamericano, confirmó a Animal Político que en la novena edición de la caravana que concluyó el miércoles 18 de diciembre en Chiapas, coincidiendo con el Día Internacional del Migrante, se dieron nueve casos de reencuentros de migrantes que estaban desaparecidos con sus familiares, “y se ha obtenido pistas del paradero de otros cuatro”. 

Con estos nueve casos, resaltó la activista, suman un aproximado de 200 reencuentros de migrantes con sus familias desde que iniciara la caravana en al año 2006. No obstante, a pesar de este dato positivo que hace que las madres centroamericanas se regresen a sus respectivos países “muy esperanzadas”, Marta Sánchez denuncia que el número de desaparecidos en México, que según la CNDH oscila entre los 70 mil y los 120 mil, hace de este país “el más peligroso de tránsito en el mundo”. 

“Las madres denuncian, protestan, exigen y nos recuerdan que en México sus hijos son extorsionados, robados, golpeados, violados, arrojados al tren, secuestrados y depositados en fosas clandestinas en cantidades que obligan a definir esta tragedia como ‘masacre’, ‘genocidio’ o ‘exterminio’”, apunta el Movimiento Migrante Mesoamericano que, en voz de Marta Sánchez, critica que en México hay una falta de voluntad política para atender el problema de la migración. 

En este sentido, la activista señala que si bien se consiguió aprobar una ley de migración “casi perfecta”, el Ejecutivo optó por hacer una contrarreforma con el reglamento de ley, provocando un importante retroceso. 

“El Gobierno Federal está retrocediendo todo lo que se había avanzado en cuanto a los derechos de los migrantes. El problema no son las leyes. Es una cuestión de voluntad política y de política migratoria. Aún con la peor ley del mundo se pueden respetar los derechos humanos y no matar a más personas, pero -cuestiona Sánchez- ¿cuántos muertos más quieren para empezar a hacer algo”.


“Las madres nos recuerdan que en México sus hijos son arrojados al tren, secuestrados y depositados en fosas en cantidades que obligan a definir esta tragedia como ‘masacre’, ‘genocidio’ o ‘exterminio’”
Fotografías:



Hercilia Ayala busca a su hijo Juan Carlos Rivera Ayala


Priscila busca a su hija Yesenia Marleni Gaitán


Madres migrantes buscan a Jaqueline María Jirón Silva, Humberto Mayorga Silva (izq.); Johnson David Ríos Ortiz, Carlos Alberto Espinal Sáenz, y Gerald Antonio Martínez.


En la caravana de madres centroamericanas también había padres de familia. Él busca a Erik Fernando Salguero. 


En la novena edición, la caravana de madres centroamericanas recorrió más de 4 mil kilómetros en México, en busca de sus familiares desaparecidos. 


Según la CNDH, se estima que entre 70 y 120 mil personas de origen centroamericano se encuentran desaparecidas en México. 




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