lunes, 28 de diciembre de 2009

Los libros del 2009... y los que vienen

Manuel Ureste / VPC
Siempre me pasa. Lo de acabar la última página de la novela de turno y quedarme como con un escalofrío raro recorriéndome el cuerpo. De esos que no sabes muy bien si es de alegría porque ya todo llegó a su fin, o de tristeza... precisamente por lo mismo.
Me pasó hace apenas unas noches con el bueno de Santiago, en El Viejo y el Mar. Ese entrañable pescador cubano que llevaba 84 días sin pillar ni un resfriado, siendo objeto de burla en el pueblo por su desdicha, a excepción de un joven muchacho que siempre lo anima a seguir saliendo 'a la mar' (así la llaman los que la aman) en busca de ese gran pez que será el reto más grande de su vida. Entrañable novela de Hemingway.

E igualmente me pasó a principios de año con Josué Nadal en 'La voluntad y la fortuna'. Historia narrada en primera persona por una cabeza decapitada flotando a orillas del Atlántico, donde Carlos Fuentes hace un análisis de este México contemporáneo en el que vivimos a través de la enigmática relación entre Josué y Jericó (Castor y Pólux, Caín y Abel), y una compleja trama política donde, por supuesto, el poder y la corrupción serán el pan nuestro de cada día.
Buena y totalmente recomendable novela, especialmente para el lector 'extranjero', ya que en ella encontrará algunas de las claves para comprender la situación actual que vive México. No obstante, una advertencia: no será una lectura fácil, ni tampoco ágil. La mezcla de filosofía (San Agustín, Nietzsche, Maquiavelo...) con la política mexicana y el realismo mágico nos hará sentir desorientados por momentos y dar alguna que otra 'cabezada'. Aunque la espera valdrá la pena.

Y exactamente lo mismo me vino a suceder (con mayor o menor intensidad) con 'Buzón de tiempo', de Benedetti (otro grande que se nos fue); con el súperdetective de Los Ángeles, Nick Belane, en la novela de Bukowski, Pulp (gracias a Fredy); con el intrépido periodista 'Kale' Blomkvist en la primera parte de la trilogía 'Millenium', de Larsson; con el científico Aronnax y el capitán Nemo a bordo del maravilloso Nautilus recorriendo los mares en la fascinante obra '20 mil leguas de viaje submarino', clásico de la novela de aventuras del gran Julio Verne; con Maruja Pacho Villamizar, en 'Noticia de un secuestro' de Gabriel García Márquez, novela obligada para los periodistas; o, por ejemplo, con la mujer del médico en 'Ensayo sobre la ceguera' y el sargento de policía de 'Ensayo sobre la lucidez', ambas del gran José Saramago.

Ahora bien, si tuviera que quedarme con una historia, con un personaje, no tendría duda: la novela que más me marcó en este 2009 fue... 'La Reina del Sur' (aplausos por favor), del odiado por muchos e idolatrado por otros tantos (aquí me incluyo), Arturo Pérez Reverte. En cambio, no me gustó -o no colmó tal vez mis expectativas- la obra del periodista Julio Sherer dedicada a la vida de otra narcotraficante mexicana: Sandra Ávila Beltrán, La Reina del Pacífico. Obra con 'poca chicha' y que, en realidad, no deja de ser más que una entrevista publicada en varios capítulos y que poco o nada aporta nuevo a lo que en México ya todo el mundo sabe sobre la 'materia'.
Y ya que estamos en el apartado de 'decepciones', también incluiría a Gomorra. No porque me parezca una mala obra. De hecho, me parece más bien un reportaje largo para el que se necesita mucha valentía y algo más para poder escribirlo. Sin embargo, después de un fulgurante comienzo la obra de Saviano pierde 'fuelle' a medida en que las páginas van pasando. Aunque, a diferencia de 'La Reina del Pacífico', 'Gomorra' sí es una obra que aporta y que transporta al lector a un mundo donde El Padrino, sí existe.

En definitiva, ha sido un 2009 de noches en vela leyendo. Primero con frío y manta doble, luego con el ventilador para combatir el sofocante calor, y de nuevo vuelta al edredón y la manta. Siempre acompañado por una lamparita roja, el pegajoso olor a humedad, y esa lagartija besucona observándome, tan descarada ella, en la pared de enfrente...

Los libros del 2009

- La voluntad y la fortuna, Carlos Fuentes - Buzón de tiempo, Mario Benedetti - El amor, las mujeres y la vida, Mario Benedetti - Aura, Carlos Fuentes - Pulp, Bukowski - Todos los fuegos el fuego, Julio Cortázar - El Principito, Antoine de Saint-Exupéry - Ensayo sobre la ceguera, José Saramago - Ensayo sobre la lucidez, José Saramago - La Reina del Sur, Arturo Pérez Reverte - La Reina del Pacífico, Julio Sherer - Gomorra, Roberto Saviano - Noticia de un secuestro, Gabriel García Márquez - Los hombres que no amaban a las mujeres, Stieg Larsson - 20 mil leguas de viaje submarino, Julio Verne - El Viejo y el Mar, Ernest Hemingway

Los que vendrán en el 2010

- Retrato de Dorian Grey, Oscar Wilde - El Príncipe, Maquiavelo - Adán en Edén, Carlos Fuentes - Caín, José Saramago - El Muro de la Vergüenza, Miguel Escobar Valdez ...

lunes, 21 de diciembre de 2009

'No soy un grinch'

No se crean. Yo nunca fui, lo que se dice, el clásico 'grinch'. Ya saben, el típico amargadón que odia la Navidad porque es, con diferencia, la fiesta más hipócrita de todas. Ésa en la que todo el mundo fuerza la sonrisa un poquito de medio lado y te desea 'marri crismas' y 'japy niu year' mientras, por dentro, piensa que eres un pendejo y que tu regalo del Amigo Invisible apesta, pinche cabrón.
Ni tampoco fui nunca el típico que odia la navidad porque es, junto al día de enamorados, el máximo exponente del consumismo más tonto que te puedas echar a la cara con todos esos papanoeles de alquiler, rellenos de cojines, barbas postizas y sus jo, jo, jó! diciéndote ¡compra! ¡compra! ¡compraaa!...
Ná. Yo no. Más bien, estando a tantos kilómetros de casa, siento algo de indiferencia. Aunque una indiferencia forzada como mecanismo de defensa, tal vez. Porque hubo un momento en que sí la aprecié. La saboreé y la viví.
Ahora, en cambio, me limito a recordarla en un cierto tono sepia. Con esos 22 de diciembres con la 'moka' tapada hasta las cejas en el asiento de atrás, mi madre corriendo con las maletas, y el 'viejo' cargando el coche en la madrugada de camino a Badajoz. La "tierra de Dios", que diría él. Esa en la que, misteriosamente, siempre "se acuesta uno y nacen dos".
Pero, como les decía, no soy un 'grinch'. Y no podría serlo aunque quisiera. Porque para mí la navidad siempre tendrá el sabor de un plato de cocido extremeño puesto en la mesa a las dos de la tarde. El olor a candela en la azotea, las chuleticas de cordero asadas, la bota de vino en Nochebuena, el sonido de los niños de San Ildefonso cantando 'el gordo' por la radio, el beso de mi madre en año nuevo, los paseos por la calle Menacho con los primos y 'la Cana', las lágrimas de mi abuela al vernos entrar y salir por la puerta, y una dirección: calle Doctor Fleming, en el barrio de San Roque. El hogar donde la navidad significa, sencillamente, estar juntos. En familia. Todos acumulando calorías con el turrón en un sofá kilómetrico, con el perro de turno siempre pegado al brasero, los ronquidos del abuelo poniendo la banda sonora a la comparsa, y viendo las fotos en blanco y negro del 'tito Pepe', ese galanazo, chulo, chulo, pero chulo de los buenos. Todo un Clark Gable de barrio, de pelo engominao y pañuelo rojo anudado al cuello que siempre ponía las palmas animando el cotarro. Un figura.
Y eso es, resumiendo, para mí la dichosa Navidad: la imagen de Don Manué apoyado eternamente en su esquinita del 'Bar Chico' en la carretera de la Corte. Bien flamenco él con su chambergo de cuero. Y con su vinito de pitarra que quita el sentío, su pestorejo y su nieto. Ése que ha ido, navidad tras navidad, creciendo sentado a su lado en una silla. Primero con mil fantas de limón y luego echándose alguna que otra cerveza. Escuchando. Aprendiendo... Y, sobre todo, queriéndolo.

Así que señores 'grinchs', disfruten la Navidad. Porque hoy la nostalgia huele a cocido.

Felices fiestas.

Posdata: Este post va dedicado a mi familia que, tal vez por el simple curso de la vida, hoy no puede estar al completo celebrando la Navidad como todos quisiéramos. Os mando millones de besos desde México. Os quiero muchísimo.
También va dedicado para Lyz y mi 'familia mexicana', que siempre me ha abierto las puertas de su casa haciéndome sentir uno más entre ellos y brindándome lo mejor.
Va para mis amigos, en especial a aquel lejano 'cuarteto de la Habana' al que echo mucho de menos.
Y por último, está dedicado a los que ya no están presentes y, sin embargo, siguen formando parte de nuestro recuerdo y nuestro sentimiento... Va por vosotros.


domingo, 15 de noviembre de 2009

La Entrevista con Raúl Ferro (experto en economía mundial)

‘México afronta el escenario económico más complejo de América Latina’

Manuel Ureste / El Mundo de Córdoba

El 2010 va a ser “definitivamente mejor” que el 2009 para el bolsillo de los mexicanos.
Pero ojo, que nadie lance las campanas al vuelo. Anuncios como el realizado por el presidente Calderón sobre el fin de la recesión, no significa que la crisis haya tocado su fin. Ni mucho menos.
“No debemos ser triunfalistas, ya que salir de la recesión no implica tomar una senda de crecimiento vigorosa”, señala en entrevista con EL MUNDO Raúl Ferro, experto en economía mundial, que ofreció una conferencia en el Tec de Monterrey, Campus Córdoba.
“Es más –añade–, de todos los países latinoamericanos, México es el que enfrenta el escenario económico más complejo”.
En otras palabras: que nadie se desabroche el cinturón. Las turbulencias no han acabado.

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II Hace unos días, el presidente de México aseguró ‘a bombo y platillo’ que la recesión había terminado. ¿Significa esto el fin de la crisis?

Bien, según la proyección del FMI para el cuarto trimestre se espera un crecimiento más o menos interesante en la economía mexicana.
Pero no suficiente para contrarrestar la caída que hubo en el pasado. Por lo que debemos tener cuidado y no ser triunfalistas, ya que salir de la recesión no significa tomar una senda de crecimiento vigorosa. De hecho, de todos los países latinoamericanos, México es el que enfrenta el escenario económico más complejo.

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II ¿Por qué motivos?

Básicamente hablamos de razones internas y, especialmente, de razones externas debido a que el grado de dependencia de México de la economía de Estados Unidos es el mayor de toda América Latina (AL). Además, la recuperación va a venir con mucha mayor fuerza por el lado de las economías emergentes, especialmente en Asia, en detrimento de Europa y EU.

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II Pero parece que la economía de EU empieza a repuntar...

Sí, pero la recuperación de EU va a ser bastante lenta, y México va a sentir esa lentitud. Por lo que si no busca diversificar sus mercados y disminuir esa dependencia de la economía estadounidense el factor externo le va a pesar bastante.

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II ¿Y cuál es el factor interno?

México afronta un escenario complejo por dos lados. Uno, el lado fiscal: es uno de los países de América Latina con menor porcentaje de ingreso público. Se ha querido hacer una reforma fiscal desde hace muchos años, pero hasta ahora no se ha dado. Por lo que estamos ante un fisco que depende en gran medida de los ingresos petroleros.
Y es ahí precisamente donde viene el otro problema: no se ha hecho, en mi opinión, una reforma energética como la que se hizo en Brasil o Colombia.
Motivo por el que tenemos un escenario en el que Pemex tiene un programa de inversiones muy grande, pero que apunta apenas a mantener la producción a medio plazo. Por ello, el petróleo cada vez va a ser un elemento menos abundante para el fisco mexicano.

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II No parecen buenas noticias...

Bueno, tampoco seamos catastrofistas. Pero sí conscientes de que es un panorama complicado. Debido a estos factores que mencioné, México tendrá muchas menos herramientas para aplicar políticas contracíclicas, como las que se están aplicando en el resto de América Latina.

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II En una comparación con el resto de economías latinas, en qué lugar quedaría México.

El ritmo de crecimiento de México se va a situar en la parte media de América Latina.
Aunque si la comparamos con las grandes economías del continente, sí va a ir más lento. Especialmente respecto a los países del Sur que están creciendo muy fuerte. Como por ejemplo Colombia, Perú, Brasil y Chile. Todos ellos son países beneficiados por la recuperación en el precio de las materias primas, y México no es un país que dependa de este factor, lo que, en esta coyuntura, le perjudica.

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II ¿Qué opina del aumento de impuestos aprobado por los diputados mexicanos. ¿Es una buena medida para reactivar la economía?

Es un tema complejo. México necesita aumentar su ingreso fiscal, aunque esto no pasa necesariamente por tener que aumentar los impuestos, y sí por hacer un sistema impositivo mucho más eficiente. Es decir, se trata de que la gente que deba pagar impuestos los pague.
En cualquier caso, es cierto que no es el mejor momento para aumentar los impuestos, especialmente cuando estás intentando reactivar la economía, porque entonces lo que que sucede es que te la tira para atrás. Esa es la gran trampa en la que se encuentra México.

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II En su opinión, ¿cuál sería una buena medida para reactivar la economía?

Lo que hace falta es buscar un modelo tributario en México a largo plazo a través no de una política de Gobierno, sino de una política de Estado, que sea capaz de agarrar por las astas el toro que se le viene. Estamos hablando tanto del recorte en los ingresos petroleros como del deficiente ingreso público, los dos grandes problemas que restan competitividad al país.

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II Sin duda, 2009 ha sido el año de la crisis financiera a nivel mundial. ¿Qué podemos esperar del 2010?

En principio, se prevé una recuperación tibia, más beneficiosa para algunos sectores, pero con algunos riesgos. Creo que la clave para el próximo año va a ser cómo las empresas van a empezar a salir de todos los programas de estímulo sin frustrar la recuperación. Es decir, deberá de haber un equilibrio entre cómo hago para que la inflación no se dispare al mismo tiempo de no matar al paciente. En cualquier caso soy optimista: creo que va a haber una recuperación, aunque sin tasas de crecimiento como las que vimos en el pasado. Pero el 2010 va a ser definitivamente mejor que el 2009.

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>>EL experto

II Raúl Ferro es gerente de estudios y análisis de Business News Americas.

II El pasado jueves expuso la ponencia ‘Oportunidades y desafíos de los negocios mexicanos y latinoamericanos’ en el auditorio del Tec de Monterrey, Campus Central de Veracruz (Córdoba).

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>>Las claves

II Para el cuarto trimestre se espera un crecimiento en la economía mexicana, según el FMI.

II ‘Pero no suficiente para contrarrestar la caída que hubo en el pasado’.

II El escenario económico de México es complejo por dos motivos: internos y externos.

II Internos: recortes en ingresos petroleros y deficiente ingreso público

II Externos: excesiva dependencia de la economia estadounidense.

Entrevista publicada en Diario El Mundo de Córdoba, domingo 15 de noviembre. Fotografía: Rafael Calvario


jueves, 12 de noviembre de 2009

Obama, a la baja


Según las últimas encuestas el ‘sueño americano’ de Obama se va diluyendo.
Las interminables guerras en Irak y Afganistán, y la asfixiante crisis económica están poniendo a prueba, entre otros problemas, el crédito del líder más carismático del planeta


Manuel Ureste / Diplomacia Exprés
Su popularidad en las encuestas está cayendo al mismo ritmo que su cabeza se inunda de canas.
Y no es para menos. Las eternas posguerras en Irak y Afganistán, el más que probable cierre fallido de Guantánamo para comienzos de 2010, la faraónica reforma sanitaria, así como la mayor crisis financiera que se recuerde desde el ‘crack del 29’, han hecho, junto a otros graves asuntos legados por cortesía de W. Bush, que el primer año de Barack Obama en la Casa Blanca haya sido desgastante incluso para el presidente más mediático –con permiso de Kennedy– que Estados Unidos haya tenido jamás al frente.
Así lo señalan los tres expertos entrevistados por EL MUNDO, quienes coinciden en que el balance del afroamericano en su primer año es positivo, aunque debido a las expectativas “sobrehumanas” generadas en torno a su cada vez más delgada figura, la esperanza del cambio empiece a diluirse al mismo tiempo que aflora la impaciencia: “La gente quiere que se resuelvan entuertos de 40 años en seis meses... Y eso es imposible”, apuntan.

Balance positivo, pero...
El presidente no está en su mejor momento. Especialmente tras la derrota de los demócratas en Nueva Yersey y Virginia y las últimas encuestas como la elaborada por el diario Usa Today, en la que se refleja la caída de popularidad de Obama. Sin embargo, en el cómputo global aún no asoman los números rojos.
“Es un balance positivo”, afirma José Alberto Moreno, experto en Relaciones Internacionales por la Universidad Iberoamericana. Aunque matiza: “se debe partir de que las expectativas sobre él eran casi sobre-humanas”. Sin embargo, considera que su gobierno ha tenido “avances importantes” en política social y ayuda a la recuperación económica, aunque el punto flaco sea el desempleo, “lo cual es natural porque es el índice que más tarda en recuperarse”.
Mientras que Susana Liberti, maestra especializada en Oriente Medio en el Colegio de México (COLMEX), explica que es natural que el índice de aprobación del afroamericano desde que asumiera el cargo haya caído de aquel 79 por ciento hasta el 57 y 51 por ciento de hoy. “Por contraste con Bush, que dejó una situación económica al borde de otra Gran Depresión, una imagen internacional deteriorada y enemistad en todas partes, posiblemente ningún otro presidente haya llegado a la Casa Blanca rodeado de las expectativas más extravagantes dentro y fuera de EU”.
Y precisamente, esa inevitable comparación con Bush de la que habla Liberti, sea tal vez el mayor colchón de aire que tiene Obama en estos momentos de duda. “Cambios los ha habido en forma y fondo”, indica Pablo S. Blesa, vicerrector de Relaciones Internacionales de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), quien cita al respecto el cierre de las prisiones ilegales fuera de territorio estadounidense; la modificación en los reglamentos de actuación de la CIA en la ‘guerra global contra el terror’; el abordamiento del problema palestino-israelí “desde una perspectiva más ecuánime respecto a los palestinos”; así como el mensaje de reconciliación con el mundo musulmán en El Cairo, como los grandes hitos de la Administración Obama –junto a la oferta de diálogo a Cuba e Irán y la cancelación del proyecto del escudo anti misiles en Europa del Este– respecto a la ‘hard diplomay’ practicada por los ‘halcones’ de Bush.
Ahora bien, como ya comprobó la Secretaria de Estado Hillary Clinton en su última visita a Pakistán, el regreso al multilateralismo no es suficiente para ganar la guerra al terror. Por mucho carisma que se tenga.
“Afganistán es un grave problema y se le acusa al presidente de indecisión ante la posibilidad de enviar más tropas”, explica Liberti, mientras que Blesa en cambio destaca que los talibanes se están haciendo con el control de Kabul debido a otros factores externos a la política de Obama. “En Afganistán, la OTAN es la que está perdiendo el terreno: no sólo porque progresivamente lo que emerge es una resistencia ‘nacional y multiextendida’ (que llega a Pakistán) frente a los invasores, también porque un gobierno muy corrupto gestiona el país, y porque los europeos no se dan patadas en el trasero para aumentar la presencia allí”.

Sí, ¿podemos?
El 4 de noviembre se cumplió un año de una jornada histórica en EU: Obama se convertía –más allá de ser el primer presidente negro de la nación más influyente del mundo– en el político del cambio. En el líder del ‘Yes, We can’.
Sin embargo, hoy las ilusiones se van desinflando. Y acuerdos militaristas como la instalación de 7 bases en Colombia han contribuido en gran medida a ello. Quizá, porque tal y como apunta Moreno, “no debemos olvidar que EU es un gran imperio y como tal debe comportarse... a pesar de que Obama sea liberal”.
En cualquier caso, una cosa parece clara: es pronto para juzgar el proyecto demócrata a pesar de que, como apunta Liberti, los “logros han sido modestos”. Más aún cuando se hereda un país en el peor momento de su historia y cuando tanto partidarios como observadores “esperaban que desde el primer día arremetiera contra todos los males del mundo... y además, los corrigiera”.
Por ello, los tres expertos llaman a la paciencia. “Hasta ahora, tenemos derecho a un limitado optimismo”, concluyen.



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¿Merecía el Nobel de la Paz?

Probablemente pocas veces un premio a la concordia ha generado tantas diferencias.
El 9 de octubre el reconocido Premio Nobel de la Paz recayó en la figura de Barack Obama más por las promesas de un nuevo mundo, que por las acciones concretas de su gobierno. Lo cual provocó que en pocas horas el debate estuviera en boca de medio mundo.
“Él mismo dijo que no lo merecía. Aunque creo que quizá fuese una muestra del agradecimiento y alivio mundial por la inteligencia y la serenidad de que hace gala”, apunta la experta en Oriente Medio, Susana Liberti.
En esta misma dirección, el experto en relaciones internacionales José Alberto Moreno asegura no compartir las críticas de muchos medios de comunicación que aseguran que los triunfos de la Administración Obama han sido nulos.
“Muchas veces se le ha concedido el Nobel de la Paz a personas o instituciones que representan un ideal. Por ejemplo, se le concedió a la Madre Teresa de Calcuta y no terminaron los enfermos; o al Dalai Lama y la represión sobre el Tibet es constante. Por ello, no veo algo extraordinario en su elección, aunque sí le complicará su imagen pública. Dado que el escrutinio será mayor y la posibilidad de desilusión (ya grande de por sí) aumentará”.

Reportaje publicado en Diario El Mundo de Córdoba, domingo 8 de noviembre de 2009


martes, 3 de noviembre de 2009

Entre danza y calaveras (Día de Muertos en México)


EL PRELUDIO:
"Para el habitante de Nueva York, París o Londres, la muerte es la palabra que jamás se pronuncia porque quema los labios. El mexicano, en cambio, la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, la festeja, es uno de sus juguetes favoritos y su amor más permanente. Cierto, en su actitud hay quizá tanto miedo como en la de los otros; mas al menos no se esconde ni la esconde; la contempla cara a cara con impaciencia, desdén o ironía: "si me han de matar mañana, que me maten de una vez"...

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Como cada mañana, Córdoba había amanecido con sus lecheros en Los Portales y la marimba al son del ‘Flaco de oro’. Sin embargo, la ciudad tenía un aire distinto...



Manuel Ureste
El 2 de Noviembre, día en que según la creencia Jesucristo permite a los muertos dar un paseo por su antiguo mundo de penurias y alegrías para regresar puntuales a las 12 de la madrugada, amaneció en Córdoba como cualquier otro.
Quizá un poco antes de lo que hasta hace poco era habitual con eso del cambio de horario y con un airecillo fresco ya más propio de este otoño que recién llegó, pero sin más grandes novedades: en el Centro Histórico los mismos puestos de diarios vendían las noticias sobre impuestos aprobados con descaro por diputados y senadores, en los cafés los mismos ‘pancitos’ dulces acompañaban a los lecheros en largas pláticas mañaneras y la marimba nuestra de cada día seguía toca y toca al son del ‘Flaco de oro’ aquello de ‘yo nací con la luna de plata...’. Como cualquier otra mañana de lunes.
Sin embargo, la atmósfera en las terracitas de ‘Los Portales’ –el verdadero ‘pulsómetro’ de la ciudad–, era distinta. Especial. Extraordinaria. Fuera de lo común más allá de que los cuatro cuates de toda la vida se ‘echaran’ a la misma hora de siempre la partidita de dominó, o de que los ‘boleros’ siguieran chambeando a destajo y el ‘va y viene’ se ganara unos pesitos ‘echándole aguas’ a la señora de la camioneta negra.
En efecto, la danza había transformado a la ciudad.
Rescatándola de su cómoda rutina y haciéndola por unos días incluso imprevisible. Con decenas de jóvenes altos y espigados llegados desde Nueva York, Berlín o Monterrey inundando Los Portales con sus ropas deportivas y mochilas al hombro, y con la acreditación del 4º Festival de Danza Córdoba 2009 colgándoles del cuello.
En las mesas, los ‘infaltables’ del lugar comentan ante la pequeña Babel allí presente que la ciudad está creciendo un chorro, oye, al mismo tiempo que una joven bailarina con poca cara de ser producto orgullosamente hecho en México pasaba por allí con sus ojos azul turquesa, una playera que decía ‘la danza es decisión y disciplina’ y señalando asombrada con el dedo índice hacia la Catedral Inmaculada Concepción. Mientras, a su lado, un joven moreno de pelo negro que cubría su coronilla con un ‘kiphá’, el gorro que usan los judíos a partir de los 13 años –tras la ceremonia del Bar Mitzvá– sonríe también impresionado y le tomaba fotos aprovechando la buena toma que le brindaba el arco de Zevallos.
Justo enfrente, a unos pocos pasos de cruzar la avenida 1, se olía a copal y cera quemada. Una impresionante mezcla de religiones y culturas pre y pos hispánicas estaba teniendo lugar en la explanada 21 de Mayo en forma de hermosos y coloridos altares con calaveritas de dulce, pan de muerto, y tequilita ‘100 por ciento agave’ en señal de ofrenda para aquellos que ya no están entre nosotros.
Frente al Palacio, un gran ir y venir de turistas y curiosos aprovechaban el puente vacacional para dar un paseo por la ciudad y no perder detalle de la explicación que varios grupos de jóvenes voluntarios de diferentes centros educativos daban sobre la elaboración de los altares en los que habían participado.
Mientras que en el suelo, cruces cristianas hechas con flores de colores se entremezclaban con ritos mayas y aztecas para recordar a los difuntos en el 2 de Noviembre, ese día en que el imperceptible umbral entre el más allá y el presente que es hoy, es una incógnita. Más pronunciada que nunca.

Crónica publicada en Diario El Mundo de Córdoba, martes 3 de noviembre de 2009.




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POSTDATA:
"La indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su indiferencia ante la vida. El mexicano no solamente postula la intrascendencia del morir, sino la del vivir. Nuestras canciones, refranes, fiestas, y reflexiones populares manifiestan de una manera inequívoca que la muerte no nos asusta porque "la vida nos ha curado de espanto".

OCTAVIO PAZ, 'El laberinto de la soledad'

FOTOS: Manuel Ureste

Chécate las fotos en: http://www.flickr.com/photos/manuelvpc


sábado, 24 de octubre de 2009

ONU, una historia de luces y sombras

¿Sirve de algo la ONU? ¿Cuál es su rol en un mundo ‘dominado’ por el unilateralismo de EU? Con motivo del Día de las Naciones Unidas, diario EL MUNDO hace un análisis de la ONU, organismo que desde su nacimiento ha escrito una historia de avances y retrocesos, de victorias y derrotas... de luces y sombras


Manuel Ureste / Diplomacia Exprés
La historia de las Naciones Unidas es una historia llena de luces y sombras.
Desde su nacimiento en 1945 tras el fin de la guerra más sangrienta que el hombre haya visto nunca, la ONU ha ido forjando numerosos capítulos de grandes avances y sonoros fracasos, que nos lleva en la actualidad a replantearnos la validez de aquel famoso eslogan ‘Nosotros, la gente de las Naciones’ con el que se identifica el ‘espíritu multilateralista’ de las Naciones Unidas.
Por tanto, la pregunta en este sentido es clara: ¿realmente sirve de algo la ONU?
Bien, argumentos en ambas direcciones no faltan.

"La llamada ‘Operación Libertad Iraquí’ fue sin duda el conflicto que mejor representa la división de las Naciones Unidas y su nula efectividad ante el uso de este organismo multilateral en beneficio de los intereses de un solo país: los Estados Unidos de América"
Desde luego, si ponemos por ejemplo los años de la Guerra Fría, cuando la amenaza nuclear hizo temblar al mundo, y donde la ONU se convirtió en un auténtico campo de batalla ideológico y de campañas propagandísticas de uno y otro bloque más que en un verdadero foro, desde luego la respuesta sería no.
O más contundente sería aún la negativa si expusiéramos como muestra la ‘Guerra del Golfo Pérsico’, conflicto donde el papel desempeñado por la coalición internacional se centró únicamente en la legitimación de la misma, dejando los asuntos militares a Washington.
E, incluso, más abrumadora sería la respuesta si el ejemplo a analizar fuese la llamada ‘Operación Libertad Iraquí’ –en 2003–, sin duda el conflicto que mejor representa la división de las Naciones Unidas y su nula efectividad ante el uso de este organismo multilateral en beneficio de los intereses de un solo país: los Estados Unidos de América.
Y si a todos estos argumentos le unimos la inoperancia de las resoluciones de la ONU en temas de vital transcendencia como la violación sistemática de los derechos humanos por parte de países como los propios EU (prisiones en Irak y Guantánamo) o Israel (última guerra contra Palestina), los argumentos del ‘No’ son realmente abrumadores.

"No olvidemos que la ONU jugó un papel trascendental en la reunificación de Alemania y que ha llevado a cabo exitosas operaciones por el mantenimiento de la paz en medio mundo"
Ahora bien, como ya hemos dicho, la historia de la ONU es una historia llena de sombras... pero también de luces. No olvidemos que este organismo jugó un papel trascendental en la reunificación de Alemania –vital para la estabilidad de Europa– y que ha llevado a cabo exitosas operaciones por el mantenimiento de la paz en medio mundo (Indochina, África, Oriente Medio, Los Balcanes...), jugando hoy día un papel fundamental en la estabilización de Afganistán, sin duda el gran ‘foco rojo’, junto a Irak, del terrorismo internacional.
Asimismo, en un mundo cada vez más globalizado, resulta imprescindible la participación de una institución globalizada, que pueda encabezar la lucha contra el terror global en nombre del multilateralismo.

"La ONU requiere de una profunda reforma en su estructura y, muy especialmente, en el Consejo de Seguridad, de manera que este organismo represente verdaderamente los ideales y objetivos comunes expresados en su Tratado"
Para ello, y toda vez que Bush ha sido ‘eliminado’ del panorama político, se requerirá sin duda una profunda reforma en el seno de la ONU con el fin de que ésta se adapte a los nuevos tiempos y a los nuevos retos.
Un buen comienzo sería sin duda la reforma de la estructura y de los procesos de las Naciones Unidas, así como una profunda reforma del Consejo de Seguridad de manera que este organismo represente verdaderamente los ideales y los objetivos comunes expresados en su Tratado. Es decir, se trata en definitiva de que la ONU deje en el pasado su rol de ejército global liderado por Estados Unidos y mostrar al mundo que, en efecto, es mucho más que una extensión de la política exterior de Occidente. Sólo así, la respuesta a si la ONU sirve para algo, será inequívocamente afirmativa.

Reportaje publicado en Diario El Mundo de Córdoba, el sábado 24 de octubre de 2009
Diseño: Álvaro Álvarez

lunes, 12 de octubre de 2009

Tras los pasos de Cortés (Diarios de un Vocho, en el primer municipio de América)

Manuel Ureste / VPC

La Antigua, Ver.- Hacía un calor húmedo. Sofocante y pegajoso. De esos que te pesan como el plomo y que no dejan que pares de sudar ni un segundo.
Atrás habían quedado los 150 kilómetros que separan Córdoba de Veracruz y nos disponiamos a tomar el desvío a Paso del Toro, en dirección a Xalapa. A continuación, a unos pocos kilómetros, pagamos un nuevo pasaje en la caseta de Tinajas y de ahí llegaríamos en unos minutos a La Antigua, un pueblo pequeñito de casas bajas y de calles empedradas con milenarios árboles de gigantes sombras.
Tras pasar un pequeño desvío mal señalizado, un modesto arco anuncia a los visitantes la llegada al pueblo. Lo sobrepasamos y miramos a uno y otro lado de la calzada buscando algo de información turística que nos llevara hasta la mismísima casa que Hernán Cortés construyó en Veracruz.
Pero no encontramos nada. Ni siquiera un minúsculo cartelito que anunciara como se merece la llegada a la que fuera la antiquísima ‘Villa Rica de la Vera Cruz’. El primer municipio del continente latinoamericano en tierra firme, donde Hernán Cortés y poco más de 400 soldados españoles estaban a punto de escribir uno de los capítulos de mayor trascendencia en la historia del Nuevo y Viejo Mundo: la historia de México.

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Tras cruzar un camino de tierra, un grupo de jóvenes se acerca corriendo a la camioneta. El más rápido fue Andrés. Un tipo moreno, pelón y de unos 25 años, que se ofrece a ser nuestro guía en este particular recorrido a través de los pasos de Cortés (obviamente, dándole a cambio lo que dicte nuestra voluntad).
La primera parada es la Iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje. Allí, como su nombre indica, está el Cristo del Buen Viaje, uno de los tres ‘Cristos viajeros’ que trajo Cortés en sus embarcaciones.
“Los españoles traían a bordo tres imágenes: el negro, el moreno y el güero. El negro está en el Puerto de Veracruz, el güero en Córdoba, y el moreno es este que tenemos aquí”, explica Andrés señalando la imagen del Cristo acostado y metido en una urna de cristal llena de cartas con peticiones de los fieles.
A continuación, a unos escasos metros, Andrés nos lleva hasta la Hermita del Rosario, construida, al igual que la casa de Cortés y el primer Ayuntamiento, entre 1523 y 1524. En la entrada un grabado en español antiguo nos recibe avisándonos de que, a nuestros pies, yacía el bachiller Juan de Padilla, ‘cura benefactor y vicario de esta ciudad vieja de la Vera-Cruz, del año 1604’. En efecto, tal y como nos confirmaría nuestro joven guía, estábamos “ante el primer cura y la primera hermita del llamado Nuevo Mundo”.
Ya en el interior, una refrescante sombra nos devuelve el aliento. Las pinturas originales en azul y rojo se conservan en perfecto estado a pesar del paso de más de quinientos años. “Es porque aquí no le da la humedad”, explica Andrés. A nuestra izquierda, se encuentra también intacta la pila bautismal donde los españoles bautizaron al llamado ‘niño colibrí’, el primer indígena que sería convertido al catolicismo en suelo firme bajo el nombre de Felipe.

La Casa de Cortés
El calor seguía implacable y la guayabera blanca se pegaba a la piel empapada en sudor. De vuelta por nuestros pasos, Andrés nos muestra el gigantesco árbol donde el conquistador extremeño amarraba sus embarcaciones. Es un árbol anciano, alto, robusto y con colosales ramificaciones que sobresalían del suelo. A unos pasos, varias barcazas cargaban a turistas para darles un paseo por el río Huitzilapan –o río de los Colibríes–, el afluente por el que los españoles llegaron a México.
Tras tomar un resfreco a la orilla del río, pasamos por la puerta del edificio del Cabildo donde Cortés nombró alcalde, regidores, alguaciles, tesorero y alférez, siendo considerado este acto como la fundación de la primera ciudad europea en América Continental. Sin embargo, a pesar de la incalculable trascendencia histórica, el edificio se mantiene en pie más con pena que gloria, llegándose incluso a confundir con los hogares humildes de la población de no ser por el hueco de una placa que fue arrancada, según nuestro guía, para ser trasladada a un museo del Puerto de Veracruz. “Así han hecho con muchas cosas acá”, se queja irritado.
Finalmente, llegamos al atractivo estrella de este pequeño pueblo también conocido como ‘Patria Antigua’: la casa de Cortés. Una construcción de tipo español-andaluz, levantada en entre 1522 y 1523 a base de piedra de río de cantera, piedra volcánica traída del cofre de Perote, teja plana –material que los españoles usaban como lastre para el peso de los barcos–; y coral.
Una vez dentro, el calor desaparece. Los árboles que, milagrosamente, han mantenido la estructura de la casa en pie, amortiguan la humedad.
En el interior, varias turistas nacionales se hacen fotos subidos al marco de las ventanas. Los niños juegan inocentes alrededor del horno de pan que se conserva en buen estado, mientras que una pareja de ‘gringos’ graban en video con admiración pasmosa el antiquísimo cañón “de hierro fundido hecho a martillazos y a fuego lento en Toledo de España” .

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Luego de más de una hora de recorrido, Andrés nos abandona entre bendiciones y nuestra voluntad metida en el bolsillo. Desde la ventana de la habitación del general Cortés el sol se ve en lo alto y en todo su apogeo. El silencio de los siglos muertos lo inunda ahora todo. Sin embargo, entre aquellas paredes desnudas y dejadas a la voluntad de la naturaleza, la historia sigue viva. En cada rincón. En cada esquina.

La Antigua, en imágenes

Fachada frontal de la casa de Hernán Cortés


Vista lateral de la fachada con breve cartel explicativo

Vista de una de las habitaciones paralela a la de Cortés

Entrada a la habitación de Cortés

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En la presente imagen se pueden apreciar las conchas que los españoles usaban para apuntalar las paredes de la casa

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El cañón forjado a martillazos en Toledo (España) aún se conserva en el jardín de la edificación

El árbol milenario donde los españoles amarraban las embarcaciones

A través del río Huitzilapan –o río de los Colibríes–, Cortés y compañía entraron por primera vez a 'tierra firme' en América Latina

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El primer Ayuntamiento del Nuevo Mundo

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La Ermita del Rosario, la primera en tierra firme en América Latina

La pila donde se bautizó a 'Felipe', el primer niño indígena convertido a la religión católica (insisto, en tierra firme)

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Reportaje publicado en Diario El Mundo de Córdoba el domingo 11 de octubre, con motivo de la fiesta de la Hispanidad

Agradecimientos a Paco Pineda y José Limón, por su gran paciencia y por el diseño de la página.


lunes, 5 de octubre de 2009

Diplomacia Exprés: 'Polanski'


Manuel Ureste / Diplomacia Exprés

Precisamente, el sábado pasado —un día antes de que detuvieran en Zurich al cineasta Roman Polanski—, estaba yo tumbado en el sofá escuchando llover y viendo tranquilamente ‘El Pianista’ con mi bote de palomitas extra de mantequilla.

Gran película, por cierto. Toda una obra maestra sobre la barbarie nazi en la Segunda Guerra Mundial, que me conmovió desde el principio e hizo que se me escapara alguna que otra lagrimilla después de tres horas de penurias, hambrunas, violencia ‘holocáustica’, e injusticias nazionalsocialistas. En fin, un peliculón con mayúsculas del director franco-polaco.
Sin embargo, al día siguiente, con la cuchara llena de cereales aún en la boca, me sorprendió ver en la primera plana digital de los diarios de medio mundo la noticia de la detención del cineasta justo cuando descendía del avión para ser galardonado en el festival de cine de Zurich por sus geniales obras en el ‘Séptimo Arte’.

Al parecer, esta vez la ‘triquiñuela diplomática’ de la ciudadanía francesa no le va a servir a Polanski para escapar de las largas garras de la justicia estadounidense –Suiza no forma parte de la Unión Europea–, la cual lo reclama desde hace 32 años por el delito de abuso de una menor. Delito, por cierto, que ya le impidió recoger en Los Ángeles el Oscar a la mejor dirección por ‘El Pianista’ hace unos seis años.
Y claro, ahora surge la polémica tanto en el mundo del cine como en el de la política internacional.
Por un lado, cineastas e intelectuales de medio mundo claman por su libertad, mientras que muchos otros consideran vergonzosos esos llamamientos, incluidos los de algunos líderes franceses, como el propio Sarkozy, o el ministro de Cultura galo, Fréderic Miterrand.
Mientras tanto, en Estados Unidos piden no hacer del asunto una cuestión diplomática con Francia, aunque, eso sí, exigen que el maestro del cine cumpla como cualquier hijo de vecino.
Y, pues que quieren que les diga. Que esta vez estoy de acuerdo con los EU. Porque como decimos en España, no hay que mezclar el tocino con la velocidad.
Que una cosa es que Polanski sea un gran director de cine. Un genio. Un artista sublime. Pero antes que nada y antes que todo es un ciudadano. Uno más entre la gran masa anónima. Con todos sus derechos frente a la Ley y todas sus obligaciones ante la Justicia. Y si no cumplió su condena cuando debía, debe hacerlo ahora. A pesar de que hayan pasado 32 años, y a pesar de que la chica lo ‘perdonara’ a cambio de una cifra multimillonaria de dólares.
De lo contrario, estaríamos cayendo en un peligroso antecedente de ‘inmunidad artística’ que trascendería más allá del mundo ficticio de Hollywood.
Porque, ¿qué hubiera pasado si el mismo delito de violación lo hubiera cometido hace 32 años un cartero de los barrios bajos de Varsovia, y después se hubiera fugado de las autoridades?
En efecto. En ese caso el cartero llevaría unas tres décadas entre rejas y nosotros no estariamos hablando de este asunto en una columna de opinión.

Artículo publicado en Diario El Mundo de Córdoba, el domingo 3 de octubre de 2009

sábado, 3 de octubre de 2009

Algo de Jazz



Algo de musiquita buena para escucharla en el sofá. Porque un sofá es el mejor mirador... con vistas preciosas a tu alrededor.

El tema es de Eric B con Kase O y Lírico (Doble V).

Paz co!

sábado, 26 de septiembre de 2009

Diplomacia Exprés: 'El concierto de Juanes'


Manuel Ureste / Diplomacia Exprés

Pues no compay. Lo cierto es que no me esperaba mucho del llamado ‘Concierto por la Paz’ del señor Juanes y compañía allá en La Habana, capital de la ‘revolusión’ de los Castro Brothers and Company.
Es más, la puritita verdad es que encendí la televisión con un gran sentimiento de escepticismo. De nefastez. De no esperar nada. Nada de nada.
Incluso, admito, sintonicé el canal casi por el morbo de comprobar si en efecto habría o no concierto, o si las autoridades del régimen echarían todo a perder –como ya se vio que estuvo muy cerca de pasar en un video que ya ha dado la vuelta al mundo, en el que se ve cómo un enojadísimo Juanes llega incluso a poner punto y final a la iniciativa pacifista debido al ostigamiento de las autoridades cubanas–.

"La puritita verdad: encendí la televisión con un gran sentimiento de escepticismo. De nefastez. De no esperar nada. Nada de nada... salvo el morbo de ver si, en efecto, habría o no concierto"

Sin embargo, tengo que admitirlo: me llevé una muy grata sorpresa.
Por ejemplo, pensé que por nada del mundo la censura iba a permitir a Juanes cantar el tema ‘Es tiempo de cambiar-It´s time to change’ en plena plaza de la Revolución. O no creí jamás posible que el colombiano, junto al español Miguel Bosé, entonara el tema ‘Nada particular’, en la que dicen explícitamente: “Dame una Isla en medio del mar, llámala libertad”.
O tampoco hubiera imaginado ni en sueños que, después de 50 años de régimen ateo, un grupo de artistas repitieran hasta la saciedad en el mero corazón comunista aquello de ‘que Dios me los bendiga’, o que Juanes cantara ‘A Dios le pido’ dedicando sus temas ‘a todos aquellos que estuvieran privados de su libertad, donde quiera que estén’.
O que incluso el colombiano fuera más allá y al final del concierto pidiera ‘una sola familia cubana unida’ en una explicitísima alusión al exilio de Miami.
A todo eso, añádale a Silvio Rodríguez entonando su emblemático ‘Ojalá’, que vino como anillo al dedo para el mensaje de trasfondo que en realidad pretendía transmitir el concierto pese a la censura.
Porque, no nos engañemos, claro que hubo censura.
Tan sólo una muestra: aunque se antojaba facilísimo gritar consignas como Cuba Sí, Castro No y pasar desapercibido en una masa de un millón y medio de almas, nadie se atrevió a hacerlo –o al menos no ha trascendido–. Como mucho se oyeron unos tímidos gritos de ‘Libertad, Libertad’, que de inmediato fueron tapados por el diplomático ‘Cuba, Cuba’.

"A veces, la música es la mejor diplomacia posible"

Sin embargo, a pesar de que la censura estuvo muy cerca de ‘reventar’ el proyecto, el Concierto por la Paz fue, a pesar de mi escepticismo inicial, un grandísimo ejemplo de que, a veces, la música es la mejor diplomacia posible.
Y por supuesto que no pasará a la historia como el evento que tumbó al régimen –ya lo dijo el Nuevo Herald de Miami: ‘Concierto no cambia situación de cubanos’–, pero a buen seguro sí será un punto de inflexión para conseguir un futuro de libertad.
Ahora el concierto ya es historia. Y, como dijo Juanes, es el turno de la juventud, en cuyas manos está la decisión de seguir esperando la lenta desaparición de los Castro Brothers, o empezar a hacer que el futuro sea hoy mismo una realidad.

martes, 22 de septiembre de 2009

El marcapáginas: 'Ensayos sobre la ceguera y la lucidez', de Saramago

Manuel Ureste / VPC

Imagine la situación: como hace a diario, usted para su auto frente a uno de los miles de semáforos que hay en la ciudad. Piensa en sus cosas, probablemente en el trabajo o en el hijo que acaba de dejar en la escuela. Entonces, baja la ventanilla asfixiado por el sofocante calor, mira un momento hacia la radio buscando el dial, y al volver la mirada hacia las señales luminosas un mar de leche le inunda la vista sin ninguna razón aparente...
A partir de ahí, un auténtico infierno pasará por delante de sus ojos sin que pueda hacer nada. En las siguientes 300 páginas irá dando tumbos, tropezándose con todo y con todos por una ciudad muerta de hambre donde las ratas alcanzarán el tamaño de perros; palpará con las manos las frías sábanas del viejo y esquizofrénico manicomio en el que lo han abandonado las autoridades junto a otros cientos de personas que, repentinamente, quedaron cegados por un mar de leche; y olerá la fétida decadencia humana de orines y escrementos esparcidos por los pasillos que pisotea descalzo.

'Ensayo sobre la ceguera', del Premio Nobel portugués José Saramago, es una novela aterradora y brillante a partes iguales sobre las miserias y grandezas del ser (des)humano. Una novela que llega a convertirse en una especie de 'Gran Hermano' macabro y claustrofóbico, en la que el hombre es en sí mismo el problema y la solución ante una situación que lo golpea totalmente con la guardia baja. Y en donde, a pesar de todo, hay un espacio para la esperanza. No dejes de leerla.

Al igual que en VPC recomendamos la lectura de 'Ensayo sobre la lucidez'. Obra en la que el autor hace un espeluznante llamado de atención sobre hasta dónde puede llegar 'el lado oscuro' del poder político.
En este caso, como pasara cuatro años antes en la misma ciudad anónima donde todo el mundo a excepción de una mujer pierde la vista sin ninguna explicación aparente, la gente deja de votar. O mejor dicho: lo hace en blanco. Alcanzando un nivel de abstención de hasta el 85 por ciento (el sueño de muchos en las recientes elecciones mexicanas). Entonces, la maquinaria política activa todas las alarmas: hay que encontrar de inmediato al culpable de esta 'afrenta' a la democracia. Y si no existe, no importa. Se inventa.

A diferencia de 'Ensayo sobre la ceguera', donde Saramago hace una reflexión sobre el ser humano, sobre cómo lo mejor y lo peor del hombre aflora en los momentos en que el estómago vacío ruge durante días, en esta segunda parte el autor hace una crítica feroz al sistema político que rige los destinos de la sociedad y a toda esa clase política que, en nombre siempre de la democracia y de los derechos del ciudadano, comete todo tipo de atropellos y barbaridades con el fin de lograr unos objetivos que, casi siempre, nada tienen que ver con el derecho y la libertad...

Lo Mejor: el ritmo que imprime Saramago a las dos historias hará que no quieras parar de leer hasta el próximo día. Además, destacamos la angustiosa atmósfera que crea el autor en ambas novelas con un manicomio lleno de personas ciegas y hambrientas en la primera parte, y una ciudad en estado de sitio acechada por su propio (des)gobierno en la segunda.

Lo Peor: las ojeras que vas a tener el día siguiente de haberte acostado a las tantas de la madrugada leyendo estas dos inolvidables novelas. Eso, y la adaptación al cine con la película 'Blindness' (con Gael García a la cabeza), la cual es bastante mala y el mejor ejemplo, por otra parte, de que no siempre una imagen vale más que mil palabras...

jueves, 17 de septiembre de 2009

La Entrevista con... Miguel Ángel García Olmo, historiador y experto en 'La Leyende Negra de España en Iberoamérica'

Con motivo de las fiestas patrias, el jefe de edición de El Mundo dominical (Jotacé Cortés) me pidió algo muy interesante para completar el trabajo de sus reporteros acerca del 199 aniversario de la Independencia de México: querían conocer la opinión 'del otro lado'; saber qué piensan los españoles sobre el tema de la conquista.

En un principio pensé en escribir mi propia idea al respecto, pero inmediatamente me vino a la cabeza un par de seminarios sobre 'La Leyenda Negra de España en Iberoamérica' a los que asistí como alumno de la UCAM hace ya algunos años, los cuales fueron impartidos por
Miguel Ángel García Olmo. Uno de esos pocos profesores que te caen bien por la pasión con la que imparte sus clases y porque consigue despertar en el alumnado esa curiosidad por saber, por investigar y por conocer más allá de lo que dicen los libros.

Así que no lo dudé ni un segundo. Entré en la web de la UCAM, encontré su dirección después de unos cuantos años de no tener noticias de él, y aquí está el resultado: una entrevista 'jugosa' en la que, sin desmerecer las gestas heróicas de los libertadores mexicanos, Miguel Ángel hace una defensa apasionada y -lo más importante- argumentada de la herencia de España en toda Iberoamérica.

Bueno, a ver qué os parece. Imagino que habrá quienes estén de acuerdo con las opiniones del entrevistado y quienes no lo estén en absoluto. Por lo que os invito a dejar vuestros comentarios al respecto.

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"Es hora de que México absuelva a Hernán Cortés"

Sin restar méritos a los héroes, el historiador español Miguel Ángel García Olmo, revive la “historia común” de españoles y mexicanos y saca de las sombras de la Leyenda Negra la imagen de los conquistadores para quienes pide reconocer una herencia positiva.

Manuel Ureste / VPC
España no es culpable de los males que acechan a América.
Así de rotundo se muestra el historiador Miguel Ángel García Olmo, quien en entrevista para EL MUNDO analiza las luces y sombras de la historia común de dos civilizaciones que celebran durante estos días el 199 aniversario de su encuentro.

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Dicen que España prefirió callar a que se le partiera el corazón. Pero lo cierto es que, a pesar de que la pérdida de una de sus mayores colonias no provocó, al menos en apariencia, un impacto hondo en la vida política española de aquella época, la independencia de México fue el principio del fin para aquel ‘Imperio donde nunca se ponía el sol’.
“Lo cierto es que todo se hundió de golpe cuando la Revolución Francesa y su amado hijo, el emperador Bonaparte, se fijaron en España, y contaron con la colaboración inestimable de un par de reyes y un gobernante que no eran ni sombra de lo que fueron sus ancestros”, explica el profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM).
“Así que Trafalgar, Bayona, la invasión napoleónica y las violentas convulsiones que sacudían a España significaron también el fin para las colonias. Dicho sea sin quitarle mérito a las excepcionales gestas de patriotas como Miguel Hidalgo o José María Morelos, así como de la bravura sacrificial de tantos héroes anónimos que les siguieron (que tampoco faltó, por qué no decirlo, entre las fuerzas realistas)”.

La Leyenda Negra de España
Sin embargo, si en algo es experto García Olmo es en desmontar la particular ‘Leyenda Negra’ de España, como esa parte más oscura y tenebrosa que ha acompañado al país ibérico desde los lejanísimos años de Cortés hasta nuestros días.
“Lo cierto es que no sólo persiste la Leyenda Negra en Iberoamérica, sino también dentro de la propia España: periodistas y políticos nos la sirven a diario, el sistema educativo la refuerza y la enseñanza superior la remata para siempre”, explica el autor del libro ‘Las razones de la Inquisición Española. Una respuesta a la Leyenda Negra’.
Quizá por este motivo, el experto asegura que la diferencia entre lo que enseñan los libros de historia a uno y otro lado del oceáno no es tan grande, ya que, en ambos casos, siempre se señala a un único culpable: España.

"Tras la independencia, el rumbo de México no ha sido brillante por varias razones. Pero buena parte del fracaso se debe a las élites de las que se dota y a los discursos públicos que adopta"

“No hace mucho, en un curso de verano, el historiador británico Henry Kamen exclamaba, abrumado por las reacciones arrogantemente ingnorantes de los alumnos, que los españoles somos los primeros en creernos la Leyenda Negra de España”, afirma.
“Por ejemplo –añade–, todos devoramos burritos y tomamos tequila, alguno incluso cita a Diego Rivera cuando juega al Trivial, pero todos desconocen que hubo un laico español, apodado por los indios Tata Vasco [de Quiroga], que fue capaz de levantar una utopía cristiana y humanista en Michoacán que, a diferencia de la de Tomás Moro, fue real, extensa y duradera; y cuyo mensaje hoy olvidado de consideración y entrega al indígena y a su promoción integral podría contribuir mucho más que todas las teologías políticas a esa ‘civilización del amor’ que el otro día reclamaba monseñor Patiño en la Misa por la Patria celebrada en Córdoba”.

Ahora bien, Leyenda Negra aparte, lo cierto es que la Conquista dejó tras de sí una imagen negativa de España como un país sanguinario y destructor que, incluso, es utilizada hoy día como ‘pretexto’ por parte de aquellos países que fueron colonizados para justificar males como el de la corrupción política.
“Quizá todo se deba a un problema de conciencia por parte del pueblo mexicano, que es consciente de haber sido parte activa de una historia común de la que ahora sólo quiere ver las sombras, que proyecta agrandadas sobre la otra parte”, argumenta el profesor de la UCAM.
“Tras la independencia –continúa– el rumbo de México no ha sido brillante por varias razones. Pero buena parte del fracaso se debe a las élites de las que se dota, a los discursos públicos que adopta, a su sistema de enseñanza, a las ideologías que sigue y a los ‘egos’ que ha servido y sirve”.

"El balance de la conquista, colonización y evangelización de América fue positivo para la metrópoli, para el continente y para el resto de la humanidad"

Y no sólo eso. García Olmo va incluso más allá: “Me atrevo a afirmar que el balance de la conquista, colonización y evangelización de América fue positivo para la metrópoli, para el continente y para el resto de la humanidad”, afirma rotundo, no sin dejar de admitir que “nadie discute que hubiese también densas penumbras, y valles de dolor y pecado, aunque los seguirá habiendo mientras haya hombre”.

El Conquistador de México
Otro de los personajes más castigados por la Leyenda Negra es, sin duda, Hernán Cortés.
Admirado y odiado a partes iguales, el llamado ‘Conquistador de México’ pasó a la historia para unos como el gran líder carismático que hizo posible la conquista de la más extensa, poblada y evolucionada provincia de ultramar que tuvo la Corona, mientras que para otros se trató más de un oportunista, que traicionó incluso a su país, y que no dudó en cometer masacres para abrirse paso con sus caballos y armas revolucionarias hasta el corazón azteca.
“Sustituya Tenochtitlán por Ciudad de México” –sugiere García Olmo–. “Y deje caer entre líneas, ‘Alhóndiga de Granaditas’ o ‘Saqueo de Guanajuato’, y verá que ambas versiones sirven también para tratar de entender a Miguel Hidalgo y Costilla”, explica el profesor, que añade al respecto que “por lo que sabemos de Cortés, cuadrarían también con sus más profundas convicciones las palabras atribuidas a Morelos ante el pelotón que lo ejecutó: ‘Señor, si he obrado bien, tú lo sabes. Pero si he obrado mal, yo me acojo a tu infinita misericordia”.
Precisamente, apunta, “la Iglesia está volviendo a insistir estos días en que Hidalgo y Morelos no murieron excomulgados, sino reconciliados con Dios”. Por lo que, concluye, “creo que ya es hora de que también el pueblo mexicano absuelva definitivamente a Cortés y dedique tiempo a considerar su indudable grandeza épica, humana y espiritual”. Ya que, “a lo mejor de esa manera, se encuentra también a sí mismo”.

Entrevista publicada en diario EL MUNDO, el domingo 12 de septiembre.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Crónica en Verde: un día como aficionado de la Selección Azteca (Segunda Parte)

Manuel Ureste / VPC

Parte 2: en el Azteca


Los alrededores del Azteca son como los de cualquier otro estadio: con el clásico tipo que se acerca a ti con sigilo intentando revenderte la entrada al mejor precio del mercado negro y miles de puestos con camisetas pirata, banderas, bufandas y demás artículos haciendo su agosto. Nunca fallan.

Sin embargo, el interior es otra cosa. Su capacidad para 115 mil personas gritando y dando saltos le dan un aire majestuoso. Imponente. De estadio en el que hasta el durísimo cemento de los asientos tiene solera. No en vano, por ese césped cortado a ras se han consagrado leyendas como un tal Edson Arantes do Nascimento, al que muchos llamarían 'O rei Pelé' tras el Mundial del 70. Y en esas porterías, dieciséis años después, un jovencito llamado Diego Armando Maradona saltaría a la fama mundial por aquella 'mano de Dios' ante Inglaterra en cuartos de final, marcando además aquel 'gol del Siglo' en el que dribló hasta a la Reina de Gran Bretaña.

En efecto, estaba sentado en la Catedral del fútbol mexicano. En 'el Coloso de Santa Úrsula', como también lo llaman. Tomando fotos y haciendo la ola como uno más dentro de aquella gigantesca marea verde que engullía sin piedad a los no más de mil aficionados hondureños que estaban en una esquina.

Durante el calentamiento de los equipos, la Selección mexicana utiliza una particular forma de intimidar a su oponente centroamericano. Si Guardiola usó el famoso video de la oscarizada 'Gladiator' para motivar a los suyos en la final de la Champions League, el Tri calienta el ánimo del Azteca a grito desgarrado de mariachi.

Empieza el partido. El equipo de Aguirre sale como un vendaval en busca de la pelota que controla el conjunto de Honduras. En el cemento, el griterío es enorme. Miles de gargantas se destrozan al grito de 'México, México' mientras los vendedores de refrescos, pizzas, papas, botanas, sopas precocinadas, cervezas claras y oscuras, pambazos, tortas al estilo DF, taquitos al pastor con queso, papas a la francesa, chicles, caramelos, cacahuetes con chile y limón, banderas con el águila devorando a la serpiente, playeras verdes y blancas, sombreros charros, etcétera, venden la mercancía a dos manos.

Pasan los minutos y el marcador no se mueve. Cuauthémoc y compañía tienen varias oportunidades claras que hacen que el público se levante del asiento en varias ocasiones. Especialmente con la oportunidad del delantero Sabah, que no acierta a colocarla dentro del marco rival tras un potente cabezazo que sale fuera por poco.

El descanso
Llega el descanso con un incómodo murmuro tras las ocasiones desaprovechadas. Cero a cero en el luminoso. Honduras viene a lo que viene: a sacar un empate y poco más. La cola en el baño es inmensa. Un larga fila se pierde por el horizonte. Aunque, al menos, el ritmo es vertiginoso. Entran y salen. Entran y salen. Así, en no más de cinco minutos estoy en el interior haciendo otra cola. Hasta cuatro filas se agolpan sobre las letrinas donde, todos bien pegados codo con codo, damos salida a los litros de chela.

De regreso al asiento, ambas selecciones están de nuevo sobre el césped. Ninguno de los entrenadores ha hecho cambios en el plantel. Comienza el partido con un juego poco vistoso y embarullado. La afición entonces se dedica a sus dos grandes pasatiempos durante el encuentro: hacer la ola y meterse con los hondureños.

Pero, cuando todo apuntaba a que el resultado final sería de empate a cero, llegó la locura: el carismático Cuathémoc Blanco -elevado a categoría de Santo en las playeras que se comercializan en la entrada- anota para México de penalti, poniendo justicia en el marcador ante el juego ofrecido por uno y otro equipo. La grada es un delirio. Cientos de vasos de cartón con chela -se supone- vuelan por los aires empapando al personal de locura colectiva por la victoria. Por el triunfo merecido.

Llega el minuto 93 y el discutido árbitro pone fin al partido. Ahora sí, la selección Azteca respira aliviada: Sudáfrica está a un paso. El estadio empieza a vaciarse; de los hondureños no hay rastro en la grada. Hace rato que salieron literalmente a la carrera debido a que el operativo de policía decidió sacarlos por el mismo pasillo que los aficionados mexicanos. Sin embargo, no hay ningún contratiempo más allá de los típicos gestos con el dedo corazón en alto y algunos cánticos con, digamos, cierto humor negro.

El Azteca vuelve a lucir totalmente vacío y con el escudo del América al fondo. El griterío da paso a un silencio que es gris cemento. Miles de vasos de cartón están aplastados en el suelo junto a trozos de hamburguesa abandonados. Poco a poco, los potentes focos se van apagando dejando tras de sí una sensación de soledad. Ahora, la bulliciosa marea verde ya es sólo un lejano eco que se disuelve lentamente. Mañana todo volverá a la normalidad: unos le irán al América y otros a las Chivas de Guadalajara. La euforia por 'La Verde' ha acabado por hoy... Es hora de volver a casa.


Agradecimientos para Oliver, Toño, Angélica y Ernesto, por hacerme sentir parte de 'Marea Verde'. Nos vemos en 'el clásico'!!

jueves, 10 de septiembre de 2009

Crónica en Verde: un día como aficionado de la Selección Azteca

PARTE 1: 'En mi casa se me respeta'

Ciudad de México.-
Y allí estaba yo. Como uno más dentro de la 'chamacada'. No importaba ni la apariencia, ni el marcado acento del otro lado del charco, ni la particular forma de pronunciar las eses de Es(sh)paña. En aquel autobús repleto de elásticas verdes de la Selección Tricolor, la mía era una más. La número 12.
A eso del mediodía el autocar nos deja en el Zócalo de Ciudad de México. Los adornos patrios en conmemoración a Hidalgo y compañía le dan un toque festivo a una urbe castigada por el tráfico masivo y el reciente azote de las inundaciones.
Banderas de todos los tamaños con el clásico 'Viva México' ocupan cualquier esquina de una urbe de más de 20 millones de capitalinos. A uno y otro lado de la banqueta, los vendedores de taquitos al pastor lucen grandes sombreros y hacen pronósticos sobre el resultado final del partido. Algunos hablan de tres goles a cero. Otros van más allá y juran que los hondureños se llevan cinco para casa. Mientras que alguno que otro comenta casi por lo bajo y entre dientes que no había que confiarse demasiado. No fuera a ser que les dieran un “aztecazo".

Tras la comida en un restaurante supuestamente chino-mexicano, paseamos por la zona próxima al Museo de Bellas Artes. Las elásticas verdes inundaban hasta la exposición de El Greco. De vuelta a la calle, nos dirigimos otra vez al Zócalo. Pero allí no había rastro del autobús. En su lugar, una treintena de hondureños se fotografiaban con banderas blanquiazules y gritando sin ningún reparo el nombre de su país, tan castigado últimamente por la política.
De inmediato se crea un pequeño revuelo enfrente de la Catedral Metropolitana. Aficionados del Tri se aproximan hasta sus rivales deportivos. Entonces, un señor de unos cuarenta, chaparrito y muy poca cosa, se pasea por delante de los hondureños sacando pecho. Los mira fijamente y les muestra la portada de un diario deportivo con un luchador enmascarado y un titular que dice con letras gigantes: “En casa se me respeta“. Los hondureños, por su parte, responden elevando el volumen de los cánticos hacia su selección. La provocación deportiva había dado su resultado.

El 'secuestro'
La aglomeración de gente es cada vez mayor. La policía capitalina acude de inmediato al lugar para montar un mini operativo de seguridad en torno a los hondureños. Mientras tanto, los celulares empiezan a sonar con mensajes y llamadas. Noticias inquietantes llegaban desde escasos kilómetros del centro del DF. Un avión había sido supuestamente secuestrado en el aeropuerto internacional Benito Juárez por unos bolivianos. Sin embargo, en el Zócalo sólo se hablaba de futbol.

Ahora son los mexicanos los que se lanzan primero a la carga con vivas a la patria y a la selección que dirige el 'Vasco' Aguirre. Por su parte, los hondureños responden lanzando un directo a la barbilla recordando el 3-1 del partido de ida en Tegucigalpa. Entonces, el señor chaparrito eleva la tensión y comenta con otros aficionados que allá en Honduras siempre tratan mal a los mexicanos. Que algo había que hacer al respecto. Levanta la mano y pide al público azteca que lo siga. De su garganta empiezan a salir cánticos un tanto subidos de tono que los hondureños contestan con nuevos vítores a su país. Se acercan unos a otros y un policía saca rápido las manos del chaleco antibalas en un gesto nervioso, electrizante. La tensión se puede cortar en un ambiente ya de por sí cargado en Ciudad de México.
En los celulares de nuevo las noticias. El secuestrador del vuelo procedente de Cancún había sido detenido y tanto pasajeros como tripulación estaban a salvo. El agente, ya más relajado, vuelve a meter con calma sus manos entre el chaleco: hondureños y mexicanos se abrazaban para una foto del recuerdo entonando al unísono aquello de 'Canta y no llores'.
Ya es hora de ir al autobús. Queda una hora y media para llegar al mítico estadio Azteca. Y empieza a diluviar.


No te pierdas en breve la segunda parte...