sábado, 26 de septiembre de 2009

Diplomacia Exprés: 'El concierto de Juanes'


Manuel Ureste / Diplomacia Exprés

Pues no compay. Lo cierto es que no me esperaba mucho del llamado ‘Concierto por la Paz’ del señor Juanes y compañía allá en La Habana, capital de la ‘revolusión’ de los Castro Brothers and Company.
Es más, la puritita verdad es que encendí la televisión con un gran sentimiento de escepticismo. De nefastez. De no esperar nada. Nada de nada.
Incluso, admito, sintonicé el canal casi por el morbo de comprobar si en efecto habría o no concierto, o si las autoridades del régimen echarían todo a perder –como ya se vio que estuvo muy cerca de pasar en un video que ya ha dado la vuelta al mundo, en el que se ve cómo un enojadísimo Juanes llega incluso a poner punto y final a la iniciativa pacifista debido al ostigamiento de las autoridades cubanas–.

"La puritita verdad: encendí la televisión con un gran sentimiento de escepticismo. De nefastez. De no esperar nada. Nada de nada... salvo el morbo de ver si, en efecto, habría o no concierto"

Sin embargo, tengo que admitirlo: me llevé una muy grata sorpresa.
Por ejemplo, pensé que por nada del mundo la censura iba a permitir a Juanes cantar el tema ‘Es tiempo de cambiar-It´s time to change’ en plena plaza de la Revolución. O no creí jamás posible que el colombiano, junto al español Miguel Bosé, entonara el tema ‘Nada particular’, en la que dicen explícitamente: “Dame una Isla en medio del mar, llámala libertad”.
O tampoco hubiera imaginado ni en sueños que, después de 50 años de régimen ateo, un grupo de artistas repitieran hasta la saciedad en el mero corazón comunista aquello de ‘que Dios me los bendiga’, o que Juanes cantara ‘A Dios le pido’ dedicando sus temas ‘a todos aquellos que estuvieran privados de su libertad, donde quiera que estén’.
O que incluso el colombiano fuera más allá y al final del concierto pidiera ‘una sola familia cubana unida’ en una explicitísima alusión al exilio de Miami.
A todo eso, añádale a Silvio Rodríguez entonando su emblemático ‘Ojalá’, que vino como anillo al dedo para el mensaje de trasfondo que en realidad pretendía transmitir el concierto pese a la censura.
Porque, no nos engañemos, claro que hubo censura.
Tan sólo una muestra: aunque se antojaba facilísimo gritar consignas como Cuba Sí, Castro No y pasar desapercibido en una masa de un millón y medio de almas, nadie se atrevió a hacerlo –o al menos no ha trascendido–. Como mucho se oyeron unos tímidos gritos de ‘Libertad, Libertad’, que de inmediato fueron tapados por el diplomático ‘Cuba, Cuba’.

"A veces, la música es la mejor diplomacia posible"

Sin embargo, a pesar de que la censura estuvo muy cerca de ‘reventar’ el proyecto, el Concierto por la Paz fue, a pesar de mi escepticismo inicial, un grandísimo ejemplo de que, a veces, la música es la mejor diplomacia posible.
Y por supuesto que no pasará a la historia como el evento que tumbó al régimen –ya lo dijo el Nuevo Herald de Miami: ‘Concierto no cambia situación de cubanos’–, pero a buen seguro sí será un punto de inflexión para conseguir un futuro de libertad.
Ahora el concierto ya es historia. Y, como dijo Juanes, es el turno de la juventud, en cuyas manos está la decisión de seguir esperando la lenta desaparición de los Castro Brothers, o empezar a hacer que el futuro sea hoy mismo una realidad.

martes, 22 de septiembre de 2009

El marcapáginas: 'Ensayos sobre la ceguera y la lucidez', de Saramago

Manuel Ureste / VPC

Imagine la situación: como hace a diario, usted para su auto frente a uno de los miles de semáforos que hay en la ciudad. Piensa en sus cosas, probablemente en el trabajo o en el hijo que acaba de dejar en la escuela. Entonces, baja la ventanilla asfixiado por el sofocante calor, mira un momento hacia la radio buscando el dial, y al volver la mirada hacia las señales luminosas un mar de leche le inunda la vista sin ninguna razón aparente...
A partir de ahí, un auténtico infierno pasará por delante de sus ojos sin que pueda hacer nada. En las siguientes 300 páginas irá dando tumbos, tropezándose con todo y con todos por una ciudad muerta de hambre donde las ratas alcanzarán el tamaño de perros; palpará con las manos las frías sábanas del viejo y esquizofrénico manicomio en el que lo han abandonado las autoridades junto a otros cientos de personas que, repentinamente, quedaron cegados por un mar de leche; y olerá la fétida decadencia humana de orines y escrementos esparcidos por los pasillos que pisotea descalzo.

'Ensayo sobre la ceguera', del Premio Nobel portugués José Saramago, es una novela aterradora y brillante a partes iguales sobre las miserias y grandezas del ser (des)humano. Una novela que llega a convertirse en una especie de 'Gran Hermano' macabro y claustrofóbico, en la que el hombre es en sí mismo el problema y la solución ante una situación que lo golpea totalmente con la guardia baja. Y en donde, a pesar de todo, hay un espacio para la esperanza. No dejes de leerla.

Al igual que en VPC recomendamos la lectura de 'Ensayo sobre la lucidez'. Obra en la que el autor hace un espeluznante llamado de atención sobre hasta dónde puede llegar 'el lado oscuro' del poder político.
En este caso, como pasara cuatro años antes en la misma ciudad anónima donde todo el mundo a excepción de una mujer pierde la vista sin ninguna explicación aparente, la gente deja de votar. O mejor dicho: lo hace en blanco. Alcanzando un nivel de abstención de hasta el 85 por ciento (el sueño de muchos en las recientes elecciones mexicanas). Entonces, la maquinaria política activa todas las alarmas: hay que encontrar de inmediato al culpable de esta 'afrenta' a la democracia. Y si no existe, no importa. Se inventa.

A diferencia de 'Ensayo sobre la ceguera', donde Saramago hace una reflexión sobre el ser humano, sobre cómo lo mejor y lo peor del hombre aflora en los momentos en que el estómago vacío ruge durante días, en esta segunda parte el autor hace una crítica feroz al sistema político que rige los destinos de la sociedad y a toda esa clase política que, en nombre siempre de la democracia y de los derechos del ciudadano, comete todo tipo de atropellos y barbaridades con el fin de lograr unos objetivos que, casi siempre, nada tienen que ver con el derecho y la libertad...

Lo Mejor: el ritmo que imprime Saramago a las dos historias hará que no quieras parar de leer hasta el próximo día. Además, destacamos la angustiosa atmósfera que crea el autor en ambas novelas con un manicomio lleno de personas ciegas y hambrientas en la primera parte, y una ciudad en estado de sitio acechada por su propio (des)gobierno en la segunda.

Lo Peor: las ojeras que vas a tener el día siguiente de haberte acostado a las tantas de la madrugada leyendo estas dos inolvidables novelas. Eso, y la adaptación al cine con la película 'Blindness' (con Gael García a la cabeza), la cual es bastante mala y el mejor ejemplo, por otra parte, de que no siempre una imagen vale más que mil palabras...

jueves, 17 de septiembre de 2009

La Entrevista con... Miguel Ángel García Olmo, historiador y experto en 'La Leyende Negra de España en Iberoamérica'

Con motivo de las fiestas patrias, el jefe de edición de El Mundo dominical (Jotacé Cortés) me pidió algo muy interesante para completar el trabajo de sus reporteros acerca del 199 aniversario de la Independencia de México: querían conocer la opinión 'del otro lado'; saber qué piensan los españoles sobre el tema de la conquista.

En un principio pensé en escribir mi propia idea al respecto, pero inmediatamente me vino a la cabeza un par de seminarios sobre 'La Leyenda Negra de España en Iberoamérica' a los que asistí como alumno de la UCAM hace ya algunos años, los cuales fueron impartidos por
Miguel Ángel García Olmo. Uno de esos pocos profesores que te caen bien por la pasión con la que imparte sus clases y porque consigue despertar en el alumnado esa curiosidad por saber, por investigar y por conocer más allá de lo que dicen los libros.

Así que no lo dudé ni un segundo. Entré en la web de la UCAM, encontré su dirección después de unos cuantos años de no tener noticias de él, y aquí está el resultado: una entrevista 'jugosa' en la que, sin desmerecer las gestas heróicas de los libertadores mexicanos, Miguel Ángel hace una defensa apasionada y -lo más importante- argumentada de la herencia de España en toda Iberoamérica.

Bueno, a ver qué os parece. Imagino que habrá quienes estén de acuerdo con las opiniones del entrevistado y quienes no lo estén en absoluto. Por lo que os invito a dejar vuestros comentarios al respecto.

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"Es hora de que México absuelva a Hernán Cortés"

Sin restar méritos a los héroes, el historiador español Miguel Ángel García Olmo, revive la “historia común” de españoles y mexicanos y saca de las sombras de la Leyenda Negra la imagen de los conquistadores para quienes pide reconocer una herencia positiva.

Manuel Ureste / VPC
España no es culpable de los males que acechan a América.
Así de rotundo se muestra el historiador Miguel Ángel García Olmo, quien en entrevista para EL MUNDO analiza las luces y sombras de la historia común de dos civilizaciones que celebran durante estos días el 199 aniversario de su encuentro.

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Dicen que España prefirió callar a que se le partiera el corazón. Pero lo cierto es que, a pesar de que la pérdida de una de sus mayores colonias no provocó, al menos en apariencia, un impacto hondo en la vida política española de aquella época, la independencia de México fue el principio del fin para aquel ‘Imperio donde nunca se ponía el sol’.
“Lo cierto es que todo se hundió de golpe cuando la Revolución Francesa y su amado hijo, el emperador Bonaparte, se fijaron en España, y contaron con la colaboración inestimable de un par de reyes y un gobernante que no eran ni sombra de lo que fueron sus ancestros”, explica el profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM).
“Así que Trafalgar, Bayona, la invasión napoleónica y las violentas convulsiones que sacudían a España significaron también el fin para las colonias. Dicho sea sin quitarle mérito a las excepcionales gestas de patriotas como Miguel Hidalgo o José María Morelos, así como de la bravura sacrificial de tantos héroes anónimos que les siguieron (que tampoco faltó, por qué no decirlo, entre las fuerzas realistas)”.

La Leyenda Negra de España
Sin embargo, si en algo es experto García Olmo es en desmontar la particular ‘Leyenda Negra’ de España, como esa parte más oscura y tenebrosa que ha acompañado al país ibérico desde los lejanísimos años de Cortés hasta nuestros días.
“Lo cierto es que no sólo persiste la Leyenda Negra en Iberoamérica, sino también dentro de la propia España: periodistas y políticos nos la sirven a diario, el sistema educativo la refuerza y la enseñanza superior la remata para siempre”, explica el autor del libro ‘Las razones de la Inquisición Española. Una respuesta a la Leyenda Negra’.
Quizá por este motivo, el experto asegura que la diferencia entre lo que enseñan los libros de historia a uno y otro lado del oceáno no es tan grande, ya que, en ambos casos, siempre se señala a un único culpable: España.

"Tras la independencia, el rumbo de México no ha sido brillante por varias razones. Pero buena parte del fracaso se debe a las élites de las que se dota y a los discursos públicos que adopta"

“No hace mucho, en un curso de verano, el historiador británico Henry Kamen exclamaba, abrumado por las reacciones arrogantemente ingnorantes de los alumnos, que los españoles somos los primeros en creernos la Leyenda Negra de España”, afirma.
“Por ejemplo –añade–, todos devoramos burritos y tomamos tequila, alguno incluso cita a Diego Rivera cuando juega al Trivial, pero todos desconocen que hubo un laico español, apodado por los indios Tata Vasco [de Quiroga], que fue capaz de levantar una utopía cristiana y humanista en Michoacán que, a diferencia de la de Tomás Moro, fue real, extensa y duradera; y cuyo mensaje hoy olvidado de consideración y entrega al indígena y a su promoción integral podría contribuir mucho más que todas las teologías políticas a esa ‘civilización del amor’ que el otro día reclamaba monseñor Patiño en la Misa por la Patria celebrada en Córdoba”.

Ahora bien, Leyenda Negra aparte, lo cierto es que la Conquista dejó tras de sí una imagen negativa de España como un país sanguinario y destructor que, incluso, es utilizada hoy día como ‘pretexto’ por parte de aquellos países que fueron colonizados para justificar males como el de la corrupción política.
“Quizá todo se deba a un problema de conciencia por parte del pueblo mexicano, que es consciente de haber sido parte activa de una historia común de la que ahora sólo quiere ver las sombras, que proyecta agrandadas sobre la otra parte”, argumenta el profesor de la UCAM.
“Tras la independencia –continúa– el rumbo de México no ha sido brillante por varias razones. Pero buena parte del fracaso se debe a las élites de las que se dota, a los discursos públicos que adopta, a su sistema de enseñanza, a las ideologías que sigue y a los ‘egos’ que ha servido y sirve”.

"El balance de la conquista, colonización y evangelización de América fue positivo para la metrópoli, para el continente y para el resto de la humanidad"

Y no sólo eso. García Olmo va incluso más allá: “Me atrevo a afirmar que el balance de la conquista, colonización y evangelización de América fue positivo para la metrópoli, para el continente y para el resto de la humanidad”, afirma rotundo, no sin dejar de admitir que “nadie discute que hubiese también densas penumbras, y valles de dolor y pecado, aunque los seguirá habiendo mientras haya hombre”.

El Conquistador de México
Otro de los personajes más castigados por la Leyenda Negra es, sin duda, Hernán Cortés.
Admirado y odiado a partes iguales, el llamado ‘Conquistador de México’ pasó a la historia para unos como el gran líder carismático que hizo posible la conquista de la más extensa, poblada y evolucionada provincia de ultramar que tuvo la Corona, mientras que para otros se trató más de un oportunista, que traicionó incluso a su país, y que no dudó en cometer masacres para abrirse paso con sus caballos y armas revolucionarias hasta el corazón azteca.
“Sustituya Tenochtitlán por Ciudad de México” –sugiere García Olmo–. “Y deje caer entre líneas, ‘Alhóndiga de Granaditas’ o ‘Saqueo de Guanajuato’, y verá que ambas versiones sirven también para tratar de entender a Miguel Hidalgo y Costilla”, explica el profesor, que añade al respecto que “por lo que sabemos de Cortés, cuadrarían también con sus más profundas convicciones las palabras atribuidas a Morelos ante el pelotón que lo ejecutó: ‘Señor, si he obrado bien, tú lo sabes. Pero si he obrado mal, yo me acojo a tu infinita misericordia”.
Precisamente, apunta, “la Iglesia está volviendo a insistir estos días en que Hidalgo y Morelos no murieron excomulgados, sino reconciliados con Dios”. Por lo que, concluye, “creo que ya es hora de que también el pueblo mexicano absuelva definitivamente a Cortés y dedique tiempo a considerar su indudable grandeza épica, humana y espiritual”. Ya que, “a lo mejor de esa manera, se encuentra también a sí mismo”.

Entrevista publicada en diario EL MUNDO, el domingo 12 de septiembre.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Crónica en Verde: un día como aficionado de la Selección Azteca (Segunda Parte)

Manuel Ureste / VPC

Parte 2: en el Azteca


Los alrededores del Azteca son como los de cualquier otro estadio: con el clásico tipo que se acerca a ti con sigilo intentando revenderte la entrada al mejor precio del mercado negro y miles de puestos con camisetas pirata, banderas, bufandas y demás artículos haciendo su agosto. Nunca fallan.

Sin embargo, el interior es otra cosa. Su capacidad para 115 mil personas gritando y dando saltos le dan un aire majestuoso. Imponente. De estadio en el que hasta el durísimo cemento de los asientos tiene solera. No en vano, por ese césped cortado a ras se han consagrado leyendas como un tal Edson Arantes do Nascimento, al que muchos llamarían 'O rei Pelé' tras el Mundial del 70. Y en esas porterías, dieciséis años después, un jovencito llamado Diego Armando Maradona saltaría a la fama mundial por aquella 'mano de Dios' ante Inglaterra en cuartos de final, marcando además aquel 'gol del Siglo' en el que dribló hasta a la Reina de Gran Bretaña.

En efecto, estaba sentado en la Catedral del fútbol mexicano. En 'el Coloso de Santa Úrsula', como también lo llaman. Tomando fotos y haciendo la ola como uno más dentro de aquella gigantesca marea verde que engullía sin piedad a los no más de mil aficionados hondureños que estaban en una esquina.

Durante el calentamiento de los equipos, la Selección mexicana utiliza una particular forma de intimidar a su oponente centroamericano. Si Guardiola usó el famoso video de la oscarizada 'Gladiator' para motivar a los suyos en la final de la Champions League, el Tri calienta el ánimo del Azteca a grito desgarrado de mariachi.

Empieza el partido. El equipo de Aguirre sale como un vendaval en busca de la pelota que controla el conjunto de Honduras. En el cemento, el griterío es enorme. Miles de gargantas se destrozan al grito de 'México, México' mientras los vendedores de refrescos, pizzas, papas, botanas, sopas precocinadas, cervezas claras y oscuras, pambazos, tortas al estilo DF, taquitos al pastor con queso, papas a la francesa, chicles, caramelos, cacahuetes con chile y limón, banderas con el águila devorando a la serpiente, playeras verdes y blancas, sombreros charros, etcétera, venden la mercancía a dos manos.

Pasan los minutos y el marcador no se mueve. Cuauthémoc y compañía tienen varias oportunidades claras que hacen que el público se levante del asiento en varias ocasiones. Especialmente con la oportunidad del delantero Sabah, que no acierta a colocarla dentro del marco rival tras un potente cabezazo que sale fuera por poco.

El descanso
Llega el descanso con un incómodo murmuro tras las ocasiones desaprovechadas. Cero a cero en el luminoso. Honduras viene a lo que viene: a sacar un empate y poco más. La cola en el baño es inmensa. Un larga fila se pierde por el horizonte. Aunque, al menos, el ritmo es vertiginoso. Entran y salen. Entran y salen. Así, en no más de cinco minutos estoy en el interior haciendo otra cola. Hasta cuatro filas se agolpan sobre las letrinas donde, todos bien pegados codo con codo, damos salida a los litros de chela.

De regreso al asiento, ambas selecciones están de nuevo sobre el césped. Ninguno de los entrenadores ha hecho cambios en el plantel. Comienza el partido con un juego poco vistoso y embarullado. La afición entonces se dedica a sus dos grandes pasatiempos durante el encuentro: hacer la ola y meterse con los hondureños.

Pero, cuando todo apuntaba a que el resultado final sería de empate a cero, llegó la locura: el carismático Cuathémoc Blanco -elevado a categoría de Santo en las playeras que se comercializan en la entrada- anota para México de penalti, poniendo justicia en el marcador ante el juego ofrecido por uno y otro equipo. La grada es un delirio. Cientos de vasos de cartón con chela -se supone- vuelan por los aires empapando al personal de locura colectiva por la victoria. Por el triunfo merecido.

Llega el minuto 93 y el discutido árbitro pone fin al partido. Ahora sí, la selección Azteca respira aliviada: Sudáfrica está a un paso. El estadio empieza a vaciarse; de los hondureños no hay rastro en la grada. Hace rato que salieron literalmente a la carrera debido a que el operativo de policía decidió sacarlos por el mismo pasillo que los aficionados mexicanos. Sin embargo, no hay ningún contratiempo más allá de los típicos gestos con el dedo corazón en alto y algunos cánticos con, digamos, cierto humor negro.

El Azteca vuelve a lucir totalmente vacío y con el escudo del América al fondo. El griterío da paso a un silencio que es gris cemento. Miles de vasos de cartón están aplastados en el suelo junto a trozos de hamburguesa abandonados. Poco a poco, los potentes focos se van apagando dejando tras de sí una sensación de soledad. Ahora, la bulliciosa marea verde ya es sólo un lejano eco que se disuelve lentamente. Mañana todo volverá a la normalidad: unos le irán al América y otros a las Chivas de Guadalajara. La euforia por 'La Verde' ha acabado por hoy... Es hora de volver a casa.


Agradecimientos para Oliver, Toño, Angélica y Ernesto, por hacerme sentir parte de 'Marea Verde'. Nos vemos en 'el clásico'!!

jueves, 10 de septiembre de 2009

Crónica en Verde: un día como aficionado de la Selección Azteca

PARTE 1: 'En mi casa se me respeta'

Ciudad de México.-
Y allí estaba yo. Como uno más dentro de la 'chamacada'. No importaba ni la apariencia, ni el marcado acento del otro lado del charco, ni la particular forma de pronunciar las eses de Es(sh)paña. En aquel autobús repleto de elásticas verdes de la Selección Tricolor, la mía era una más. La número 12.
A eso del mediodía el autocar nos deja en el Zócalo de Ciudad de México. Los adornos patrios en conmemoración a Hidalgo y compañía le dan un toque festivo a una urbe castigada por el tráfico masivo y el reciente azote de las inundaciones.
Banderas de todos los tamaños con el clásico 'Viva México' ocupan cualquier esquina de una urbe de más de 20 millones de capitalinos. A uno y otro lado de la banqueta, los vendedores de taquitos al pastor lucen grandes sombreros y hacen pronósticos sobre el resultado final del partido. Algunos hablan de tres goles a cero. Otros van más allá y juran que los hondureños se llevan cinco para casa. Mientras que alguno que otro comenta casi por lo bajo y entre dientes que no había que confiarse demasiado. No fuera a ser que les dieran un “aztecazo".

Tras la comida en un restaurante supuestamente chino-mexicano, paseamos por la zona próxima al Museo de Bellas Artes. Las elásticas verdes inundaban hasta la exposición de El Greco. De vuelta a la calle, nos dirigimos otra vez al Zócalo. Pero allí no había rastro del autobús. En su lugar, una treintena de hondureños se fotografiaban con banderas blanquiazules y gritando sin ningún reparo el nombre de su país, tan castigado últimamente por la política.
De inmediato se crea un pequeño revuelo enfrente de la Catedral Metropolitana. Aficionados del Tri se aproximan hasta sus rivales deportivos. Entonces, un señor de unos cuarenta, chaparrito y muy poca cosa, se pasea por delante de los hondureños sacando pecho. Los mira fijamente y les muestra la portada de un diario deportivo con un luchador enmascarado y un titular que dice con letras gigantes: “En casa se me respeta“. Los hondureños, por su parte, responden elevando el volumen de los cánticos hacia su selección. La provocación deportiva había dado su resultado.

El 'secuestro'
La aglomeración de gente es cada vez mayor. La policía capitalina acude de inmediato al lugar para montar un mini operativo de seguridad en torno a los hondureños. Mientras tanto, los celulares empiezan a sonar con mensajes y llamadas. Noticias inquietantes llegaban desde escasos kilómetros del centro del DF. Un avión había sido supuestamente secuestrado en el aeropuerto internacional Benito Juárez por unos bolivianos. Sin embargo, en el Zócalo sólo se hablaba de futbol.

Ahora son los mexicanos los que se lanzan primero a la carga con vivas a la patria y a la selección que dirige el 'Vasco' Aguirre. Por su parte, los hondureños responden lanzando un directo a la barbilla recordando el 3-1 del partido de ida en Tegucigalpa. Entonces, el señor chaparrito eleva la tensión y comenta con otros aficionados que allá en Honduras siempre tratan mal a los mexicanos. Que algo había que hacer al respecto. Levanta la mano y pide al público azteca que lo siga. De su garganta empiezan a salir cánticos un tanto subidos de tono que los hondureños contestan con nuevos vítores a su país. Se acercan unos a otros y un policía saca rápido las manos del chaleco antibalas en un gesto nervioso, electrizante. La tensión se puede cortar en un ambiente ya de por sí cargado en Ciudad de México.
En los celulares de nuevo las noticias. El secuestrador del vuelo procedente de Cancún había sido detenido y tanto pasajeros como tripulación estaban a salvo. El agente, ya más relajado, vuelve a meter con calma sus manos entre el chaleco: hondureños y mexicanos se abrazaban para una foto del recuerdo entonando al unísono aquello de 'Canta y no llores'.
Ya es hora de ir al autobús. Queda una hora y media para llegar al mítico estadio Azteca. Y empieza a diluviar.


No te pierdas en breve la segunda parte...

lunes, 7 de septiembre de 2009

LA ENTREVISTA CON... Óscar Javier Casallas (experto en política de América Latina)

Manuel Ureste / VPC

'Los objetivos de Obama en América Latina son los mismos de Bush'

Óscar Javier Casallas, experto colombiano en política de América Latina

Saltaron las alarmas... La decisión de instalar siete bases estadounidenses en Colombia provocó
una reacción negativa en cadena que incluso amenaza, según Chávez, con desatar ‘la guerra’...


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Lo dijo el propio Hugo Chávez: ‘vientos de guerra empiezan a soplar’. Y más allá de la típica ‘bravuconada’ del ‘comandante’ venezolano, lo cierto es que la instalación de siete bases de Estados Unidos (EU) en Colombia, ha provocado que salten todas las alarmas en América Latina (AL).
“No se trata de una nueva Guerra Fría”, asegura Óscar Javier Casallas, historiador colombiano y experto en América Latina, que en entrevista con diario EL MUNDO analiza el posible aislamiento que puede suponer para Bogotá el refuerzo de su alianza militar con Washington, así como la política exterior de Obama en el continente latinoamericano. “Su discurso es distinto al de Bush. Pero los objetivos son los mismos”, asegura.

La instalación de 7 bases de EU en Colombia ha causado un gran revuelo. ¿Está justificado el temor de AL?
El permitir que militares de EU operen en bases colombianas, abre el camino al control de inteligencia bélica por parte de Washington en relación con aquellos países que tienen problemas político–ideológicos con los propios EU, como Venezuela y Ecuador. Asimismo, esta maniobra va a permitir a EU regular las aspiraciones e influencia de Brasil en su pretensión de ocupar un puesto fijo en el consejo de seguridad de la ONU. Por lo que creo que está justificado el temor de Chávez y de los miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) al pedir a Colombia que justifique y replantee su posición frente a esta concesión.

‘Las Bases son siete puñaladas traperas para la propia Colombia'
Primero Rusia lleva a cabo maniobras militares en Cuba y Venezuela. Y luego, Washington instala bases en Colombia ¿No le recuerda todo esto a la Guerra Fría?
La presencia de militares ‘gringos’ en estas bases es consecuencia de los procesos desatados en AL luego de la toma del poder por Chávez en el 99. Es un derecho que EU desde su histórico imperialismo ha ganado y que no esta dispuesto a ceder frente a un reducto de naciones que recién están tratando de constituirse como un bloque.

No ve, por tanto, reductos de aquel enfrentamiento entre bloques...
No, no se trata de contrarrestar el peso de Moscú en la zona. Aunque se puede entender dentro de la lógica de la Guerra Fría, los fines y objetivos no se inscriben en este plan. Más que frenar la ingerencia de un tercero, se trata de impedir el establecimiento de un pacto económico y político en la región; en un sentido figurado hay que considerar los destrozos que conllevaría que el ‘patrio trasero’ de EU saliera por la puerta de enfrente.

Antes de la firma del acuerdo, Uribe hizo una gira exprés justificando el acuerdo. ¿Cree que convenció a sus colegas?
Uribe no convenció. Incluso, más que recibir la venia de Alan García, recibió el rechazo de la mayoría de miembros de la UNASUR.
Tampoco fue capaz de afrontar en Quito al consejo en pleno y esperó hasta la reciente cumbre de Bariloche para dar la cara a un bloque que si bien tiene divergencias en cuanto a la altisonancia del discurso, coincide plenamente en que Colombia está actuando sin considerar los lineamientos que surgen del bloque.

¿Podría suponer este acuerdo el aislamiento de Colombia?
En efecto, ello puede implicar no sólo un aislamiento para Colombia, sino que además supone darle la espalda a todo un proceso de cohesión y unión suramericana.

¿No le parece que esta medida estadoundiense de ‘expandir’ bases en AL es más propia de Bush que de lo que se esperaba de Obama?
El imperialismo de base es histórico y los lineamientos de EU no responden a un gobierno sino a una tradición. Es ingenuo pensar que porque Obama representa una línea mas ‘progresista’ socialmente hablando, deje de representar los intereses y ambiciones propias de, por y para Estados Unidos.

¿Qué diferencias ve con Bush en cuanto a América Latina se refiere?
La variación de la política de Bush a Obama, en cuanto a la agenda Latinoamericana, es quizás más conciliadora en cuanto a lo discursivo, pero los fines y objetivos siguen siendo los mismos. La planeación de la ocupación de las bases tiene sus antecedentes en el gobierno de Bush.
Sin embargo, tanto la Secretaría de Estado como la central de inteligencia no responden a la agenda de un gobierno, sino que responden a la agenda del mantenimiento de un ‘status quo’. Es como llegar a pensar que por el hecho de que Obama sea afroamericano, la desigualdad que sustenta el sistema se va a equilibrar a favor de África.

'Es ingenuo pensar que porque Obama representa una línea mas ‘progresista’ socialmente hablando, deje de representar los intereses y ambiciones propias de, por y para Estados Unidos'
Sin embargo, tras la última Cumbre de las Américas, sí que hubo una especie de ‘euforia’ por el ‘efecto Obama’...
Es cierto que su elección fue un hito histórico, pero los alcances se enmarcan dentro de la sociedad de EU como tal. Medidas como la de aceptar a Cuba dentro de la OEA y los iniciales acercamientos con Venezuela no pasaron de ser eso, acercamientos e iniciativas propias de la política demócrata que llevó a Obama al poder.
Fidel o Raúl Castro no estaban esperando que Obama desbloqueara económicamente a la isla, ni que Chávez considerara crear una nueva unión de naciones americanas. A eso juega la retórica del discurso y la dialéctica en el ‘boom mediático’ que vino con el triunfo de Obama.

Sí, pero insisto: ¿no le parece que AL esperaba algo más del afroamericano?
No, no creo que ningún gobierno esperará más del actual presidente de Estados Unidos. Tal vez Uribe, buscando la ampliación del Plan Colombia y la firma del Tratado de Libre Comercio. Y así pecando de ingenuo y haciéndose el inocente, Uribe permite el establecimiento de militares en bases colombianas.

Por último, ¿qué opina de las declaraciones de Castro en las que aseguró que las siete bases ‘son siete puñaladas en el corazón de AL’?
Estoy de acuerdo. Pero no son sólo siete puñaladas para AL, sino que también son siete puñaladas por la espalda que Colombia se está dando a sí misma. Puñaladas cuya cicatrización ojalá no deba pasar por la cura de la guerra.

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LAS BASES, A DEBATE...

LOS RADICALES
II Venezuela, declarado enemigo número 1 de Colombia, alzó la voz de inmediato tras el anuncio del acuerdo entre Bogotá y Washington. Hugo Chávez avisa incluso de que las bases pueden suponer el inicio de la guerra con Colombia.
II Bolivia y Ecuador criticaron duramente la medida de Álvaro Uribe. Correa pidió la presencia de Obama en la cumbre de la UNASUR en Bariloche. Y Morales incluso sugirió la idea de llevar la decisión a un macro referéndum entre los pueblos de AL.

EL MODERADO

II Argentina. Pese a su rechazo manifiesto del plan de Uribe, el discurso de la presidenta Kirchner no ha alcanzado los niveles radicales de Bolivia, Ecuador y Venezuela. Pide ‘garantías’ a Bogotá de que las bases serán para luchar exclusivamente contra el narcoterrorismo.

EL NEGOCIADOR
II Brasil mostró también sus ‘reticencias’ acerca de las bases, y pidió a Obama que explicara el proyecto en la Cumbre del UNASUR. Lula ejerció de ‘negociador’ en Bariloche.

LOS APOYOS

II Perú, Chile, Paraguay y Uruguay mostraron una postura de ‘respeto’ hacia la libertad de Colombia para actuar dentro de su territorio con plena autonomía. Aunque también mostraron su tradicional rechazo a la presencia de fuerzas extranjeras en Sudamérica.

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EL EXPERTO
Óscar Javier Casallas Osorio, historiador por la Universidad Nacional de Colombia y experto en política de América Latina

*Entrevista publicada el domingo 6 de septiembre de 2009 en diario EL MUNDO DE CÓRDOBA